El Essential Phone, el teléfono modular del padre de Android, Andy Rubin, no ha dejado de acaparar titulares desde que se presentó oficialmente. Pero no ha sido precisamente por ser un éxito de ventas, (a pesar de ser un teléfono muy interesante) sino por motivos que difieren mucho de esto.
La producción de los teléfonos Essential provocó un retraso en su fecha de entrega y la compañía, a pesar de disculparse con sus compradores, no ofreció ninguna explicación. Pero además de esto, la polémica vuelve a saltar sobre la compañía de Rubin, ya que una startup financiada por el creador del iPod, Tony Fadell, ha demandado a Essential por un supuesto robo de secretos comerciales.
Supuesto robo de secretos comerciales
Para entender qué es lo que esta compañía, Keyssa, reclama a Essential, tenemos que centrarnos en un aspecto importante del funcionamiento del Essential Phone. Este teléfono cuenta con unos pines magnéticos en su parte posterior, pines que realizan la transferencia de información de manera inalámbrica entre el teléfono y los accesorios (como la cámara 360 o ell dock de carga).
La compañía que ha demandado a Essential, asegura haber mantenido conversaciones con ellos hace diez meses para incorporar un microchip de su creación que permite transmisiones de datos de baja frecuencia totalmente independientes de redes Wi-Fi o tecnología Bluetooth, chip que habría sido utilizado para la transferencia de información entre el teléfono y sus accesorios.
Finalmente Essential incorporó esta tecnología en sus teléfonos, pero no fue Keyssa quien la desarrolló, sino otra compañía, SiBEAM. Keyssa asegura que Essential se saltó todos los protocolos de no divulgación de secretos comerciales de sus reuniones y que ofreció el concepto a esta compañía para que fabricase los chips, probablemente, bajo un mejor acuerdo económico.
Por su parte, Essential, asegura que simplemente decidió contar con otro proveedor y que no fue notificada oficialmente la demanda, por lo que no ofrecen ninguna declaración al respecto. Veremos si la demanda continúa en firme y hasta qué punto repercute en la imagen de una compañía que desde luego, no ha comenzado con buen pie.
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