Las gamas medias de los grandes fabricantes son cada vez más potentes, sobre todo las que heredan ademanes y pedazos de la esencia de los líderes de catálogo. Como este Huawei Mate 10 Lite que se presenta ante nosotros con un aroma a Mate 10 bastante reconocible, pese a los recortes clásicos para llevar el precio a niveles inferiores, arrastrando con ellos el rendimiento.
Con intención de ser uno de los más vendidos de su generación, y con la dura competencia del Huawei P10 Lite dentro de su propio catálogo, este hermano menor del Mate 10 cae en nuestras manos y se tumba en nuestra mesa de análisis. Veamos qué es capaz de hacer este teléfono con ADN de líder de mercado y cuerpo de aluminio.
Huawei Mate 10 Lite, las especificaciones técnicas
HUAWEI MATE 10 LITE
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PANTALLA
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5,9 pulgadas FullHD+
2.160 x 1.080 píxeles Cristal 2.5D |
PROCESADOR
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Kirin 659 de ocho núcleos a 2,36GHz
GPU Mali T830 MP2 |
RAM
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4 GB
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MEMORIA INTERNA
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64GB más microSD de hasta 256GB
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CÁMARA TRASERA
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16 + 2 megapíxeles flash Dual LED
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CÁMARA FRONTAL
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13 + 2 megapíxeles con flash LED
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SISTEMA OPERATIVO
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Android 7.0 Nougat bajo EMUI 5.1
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BATERÍA
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3.340 mAh
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OTROS
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Dual SIM LTE
WiFi Bluetooth 4.2 USB 2.0 Lector de huellas |
DIMENSIONES Y PESO
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156.2 × 75.2 × 7.5 milímetros
164 gramos |
PRECIO
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Para los amantes del metal
Hace mucho que los materiales nobles dejaron de vestir sólo a las gamas más altas del mercado. La democracia llegó a las construcciones y ahora podemos encontrarnos prácticamente de todo en cualquier circunstancia, de ahí que no nos extrañen las gamas medias construidas en metal. Como este Huawei Mate 10 Lite que tenemos frente a nosotros en el que se siente el tacto a aluminio.
El material no sólo ofrece un buen tacto sino que también aporta limpieza al conjunto y confiere robustez, en el modelo negro que hemos analizado apenas se nota el paso de la mano por su superficie y ese detalle siempre es útil para los que somos algo más maniáticos con tener el teléfono siempre impecable. Además, el acabado del teléfono es bastante bueno y sólo se nota el corte al contactar con los bordes de la pantalla. Un diseño unibody ejecutado con bastante buen resultado.
Hablamos de un teléfono con 5,9 pulgadas de diagonal pero que sin embargo es cómodo en mano, todo gracias al formato de 18:9, o 2:1, adoptado por el fabricante en algunos de sus modelos, como el Nova 2s o el propio Mate 10. Eso hace que el Mate 10 Lite sea algo más alto, pero no demasiado gracias a un buen trabajo de contención de marcos, pero tenga buena anchura a la hora de manejarlo. Tal vez se haga algo más complicado llegar a todas las partes de la pantalla a una mano, pero nos movemos ya en diagonales en las que lo habitual es echar mano de las dos, valga la redundancia.
En cuanto al diseño, el terminal no podría ser más sobrio y, esto va de gustos, elegante. Un frontal con los botones por software y marcos mínimo que cuenta con el logotipo de la marca en la parte inferior y con la cámara frontal, altavoz y demás sensores en la parte superior. Para la trasera, una pequeña columna centrada formada por el flash, la cámara principal, la cámara para desenfoques y el lector de huellas. El resto, completamente limpio.
Se agradece, y de nuevo vuelve a ser cuestión de gustos, que el jack para auriculares esté en la parte inferior. Manías a la hora de meter el móvil conectado a unos auriculares en el bolsillo. En cuanto a las botoneras, todas en la parte derecha. Volumen encima, encendido debajo, con el lateral izquierdo reservado única y exclusivamente para la bandeja de la SIM y la microSD.
Si hablamos de dimensiones, pues antes hacíamos referencia a la comodidad, este Mate 10 Lite tiene unas medidas de 156,2 x 75,2 x 7,5 milímetros y su peso es de 164 gramos. Nada mal teniendo en cuenta sus 5,9 pulgadas, la gran ventaja de la reducción de marcos de la que empiezan a beneficiarse las gamas medias, los segundas espadas. Aquí tienen una tabla comparativa con los modelos que ya han adoptado esta nueva tendencia.
PANTALLA
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DIMENSIONES
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PESO
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En este apartado de diseño tenemos que concluir que el Mate 10 Lite de Huawei nos ha gustado bastante. Limpio, cómodo, no se hace pesado en el día a día y aparenta resistencia aunque no hemos testado las caídas (ha habido suerte). Un dispositivo bien construido que debe soportar sin problemas el uso del día a día. Un buen trabajo en líneas generales de la marca que ha sabido portar el alma del Huawei Mate 10 a su hermano menor. Se nota que no son hermanos gemelos pero se aprecia el parentesco y la personalidad.
El LCD sigue más vivo que nunca
Huawei ha optado por el LCD para este Mate 10 Lite, concretamente por un panel de 5,9 pulgadas que cuenta con aspecto de 18:9 y que tiene una de esas nuevas resoluciones nacidas a raíz de las pantallas extra-largas. FullHD+, o Plus, completar el FullHD manteniendo la densidad para alcanzar los 2.160 x 1.080 píxeles. Una densidad que, por cierto, es de aproximadamente 409 píxeles por pulgada, una cifra bastante común dada la categoría en la que nos encontramos.
Podemos empezar, si les parece, hablando del brillo. El panel montado en este Mate 10 Lite es luminoso, aunque sin llegar a extremos alcanzados por la tecnología rival. Ofrece buena visibilidad tanto en interiores como en exteriores, aunque como es lógico sufre a pleno sol y es ahí donde se agradecería un empujón extra, sobre todo cuando estamos fotografiando en la calle pues los resultados no se muestran tal cual, como comprobaremos más adelante.
El panel de este Mate 10 Lite de Huawei responde con velocidad y precisión y resulta bastante limpio, algo que agradecemos al igual que lo agradecimos cuando hablábamos de su trasera de aluminio. En general resiste bien el uso pese a que, como todos, tenga que visitar de vez en cuando alguna parte de nuestra ropa para decir adiós a las posibles huellas. Y en cuanto a la representación de color y a los ángulos de visión, ningún pero que ponerle a este IPS LCD montado por Huawei, aunque merece la pena dedicarle algo de tiempo a su aspecto, a su formato.
Los 18:9 aterrizan en el Mate 10 Lite y lo hacen ayudados por el software, un software que nos ofrece un modo de lectura nocturna o la posibilidad de cambiar el modo de visualización, el tamaño, entre pequeño, mediano y grande, igual que el tamaño del propio texto. Por supuesto, no falta la opción de variar la temperatura de color, bien con una rueda para personalizarla a nuestro gusto o eligiendo los perfiles Cálida o Fría predefinidos por el sistema. Pero la ayuda más interesante es, como decíamos, la del formato de pantalla.
No todas las aplicaciones están adaptadas para pantallas 18:9 y de las que lo están, muchas permiten el cambio entre uno u otro formato, así que el software del Mate 10 Lite nos ayuda a decidir cómo queremos ver cada una. Podemos hacerlo aplicación por aplicación, conforme las abrimos por primera vez, o bien a través del menú Pantalla de los ajustes. Ahí decidiremos si queremos llevar la aplicación a que cubra todo el panel o si queremos una visualización 16:9, algo más corta pero que permita que los botones de navegación de Android estén siempre visibles, sin necesidad de deslizar la pantalla para que aparezcan. Esta personalización resulta tan interesante como útil. Por ejemplo, juegos a pantalla completa y navegador de Internet con botones a la vista. A nuestro gusto.
Las pantallas LCD empiezan a parecerse a los irreductibles galos que resistían, como siempre, a los invasores. Como Astérix y Obélix, pero rodeados de las hordas OLED, las pantallas que hasta hace poco eran mayoría en el mercado empiezan a acusar el desgaste. Salvo que alguien lo remedie, están condenadas a sobrevivir en los catálogos de los fabricantes más fieles a su tecnología, si es que no llegamos a asistir a su completa extinción.
En resumen, buena nota para este panel de 5,9 pulgadas que aprovecha bastante bien el frontal del Huawei Mate 10 Lite. Algunos defectos, como solemos indicar en cada análisis, como no disponer del doble toque para despertar la pantalla y mandarla a dormir, y el hecho de que un poco de brillo máximo adicional habría mejorado al experiencia en exteriores. Por cierto, no queremos cerrar el apartado de la pantalla sin hablar del ajuste automático de brillo. Correcto, sin más, ni muy rápido ni muy lento y llevando el brillo a niveles aceptables en cada situación.
El rendimiento de un cerebro hecho-en-casa
Ya hemos calentado con el diseño y la calidad de la pantalla, y ahora lo que toca es meternos "en harina" y tratar de reflejar qué nos ha parecido el Huawei Mate 10 Lite en funcionamiento. Cómo se comporta este Kirin 659, este procesador de ocho núcleos a 2,36GHz que tiene como apoyo 4GB de RAM. Un conjunto apetitoso que hemos testado tanto con días relajados de uso normal como con jornadas intensiva de consumo de video y videojuegos más o menos exigentes.
Comencemos por el día a día, el uso del teléfono para consultar redes sociales, para navegar por internet y para hacer tareas que no piden demasiado rendimiento pero que en ocasiones muestran debilidades del procesador, algo que no ha ocurrido en este caso. Salvo por los problemas el primer día (una restauración que no salió como debía y que obligó a un reseteo desde cero para volver a empezar), el teléfono ha funcionado de forma fluida en todo lo relativo al sistema y apps menos exigentes. Todo tipo de aplicaciones, pesadas o no, se abren con velocidad y se ejecutan como si estuviésemos ante un teléfono de gama alta. Cuánto se han estrechado las gamas en este sentido.
En el apartado juegos, sin embargo, es donde afloran las debilidades del Kirin 659 del fabricante, y no tanto a su CPU como al apartado gráfico. En los juegos más exigentes, y no hay que salir de Clash Royale para que el chip se muestre algo menos potente de la cuenta, se ha notado que los dos núcleos de la GPU son demasiado justos. Extraño, pues parece rendir algo menos en gráficos que su predecesor, el 658 del P10 Lite. Alguna ralentización, nunca congelación, hemos sufrido en distintas ejecuciones y se aprecia cómo el chip tiene que coger aire cuando le pedimos que realice determinadas tareas, de forma más acusada en los juegos con motores gráficos como Unity y compañía. Simplemente pasando de dos a cuatro núcleos de renderizado se habría hecho de este Kirin 659 un procesador notable, pero se queda en un bien alto.
MATE 10 LITE
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P10 LITE
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HTC U11 LIFE
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XIAOMI MI A1
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PROCESADOR
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Kirin 659
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Kirin 658
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Snapdragon 630
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Snapdragon 625
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RAM
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4GB
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3GB
|
3GB
|
4GB
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ANTUTU
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62.681
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59.806
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73.378
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60.014
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GEEKBENCH (SINGLE/MULTI)
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913 / 3.501
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903 / 3.337
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862 / 4.159
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844 / 4.089
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3D MARK (ICESTORM UNLIMITED)
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8.024
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11.412
|
11.412
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13.601
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PCMARK (WORK 2.0)
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4.844
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4.527
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4.854
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4.729
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No nos equivoquemos, las pruebas de rendimiento bruto, los benchmarks, dejan al Kirin 659 en buen lugar pero es el día a día en el que se le aprecia una leve cojera. Una lástima, aunque la evolución de Huawei en el desarrollo de procesadores es más que evidente y la cercanía con los procesadores de la competencia a su nivel es palpable. Pero dejemos un poquito de lado el procesador y hablemos, antes de cerrar, del lector de huellas de la compañía.
Lo confirmamos, Huawei no ha bajado el nivel exhibido hasta ahora y tenemos entre nosotros un lector de huellas veloz y preciso, y que se ha permitido el lujo de funcionar con las yemas de los dedos algo húmedas. Ha funcionado donde otros (Samsung y Xiaomi) no lo han hecho, y sólo por eso ya merece la pena que lo destaquemos. Además, tenemos las funciones adicionales a nuestro servicio: pulsarlo para que la cámara haga fotos, dejarlo pulsado para contestar llamadas, hacer que la alarma se calle o usarlo a modo de slider para abrir el panel de notificaciones o navegar por nuestras fotografías. El lector de huellas, la joya de la corona de Huawei que mantiene el nivel en este Mate 10 Lite que hemos analizado. Pero eso sí, sin NFC. Error.
Nougat con EMUI, el cóctel del Mate 10 Lite
A estas alturas del mercado queda claro que las capas no gustan a todos, y que cada usuario tiene su personalización favorita para Android. El que no encuentra la suya, echa mano de launchers que pueden encontrarse fácilmente en Google Play. En este caso estamos ante EMUI, tan querida como odiada por su aparente complejidad por unos, y por su parecido con iOS por otros. En el Huawei Mate 10 Lite es la versión 5.1 y esconde a Android 7.0 Nougat, un sistema que ya tiene un año y que debería ser Oreo. Aunque, todo hay que decirlo, la actualización a Android 8.0 está ya garantizada y es cuestión de tiempo, confiemos en que poco, que se reciba.
Comprar un teléfono Huawei significa pasar obligatoriamente por EMUI aunque su evolución hasta este momento es notable. Pese a la dualidad de apps que solemos encontrar por la presencia de opciones propietarias y de las surtidas por Google, EMUI 5.1 llega bastante limpio al Mate 10 Lite aunque un acuerdo con Gameloft colocará tres juegos de la casa en nuestro teléfono. Sí, los podremos desinstalar, pero sería preferible que instalásemos lo que queremos nosotros y no lo que el fabricante decide sin consultarnos.
Como capa, EMUI ofrece algunas mejoras interesantes como la posibilidad de decidir el tamaño de la rejilla de iconos en el escritorio, bien de 4x6, de 5x5 o de 5x6, y también ajustes tan curiosos como la posibilidad de agitar la pantalla para ordenar los íconos. Incluso podremos configurar gestos sobre el lector de huellas para que ejecute determinadas aplicaciones. O para que active la cámara o conteste llamadas.
Como decíamos al principio, las capas no son para todos pero EMUI está en un punto de madurez bastante interesante y el hecho de contar con poco bloatware, aunque está, juega a su favor. En el Mate 10 Lite su funcionamiento es fluido y aparentemente no recarga el teléfono ni lo ralentiza. Sin embargo, si lo que buscas es un smartphone con Android limpio corriendo por sus venas, te toca asomarte a otro jardín que no sea el de Huawei. En Huawei se juega con EMUI.
Una pila interna a la altura y con grises
Da la sensación de que poco a poco vamos olvidándonos de las malas autonomías, al menos en lo que respecta a los modelos de gama media que reciben más cariño por parte de sus respectivas marcas. Con un panel de 5,9 pulgadas, esperábamos un rendimiento más bajo de los 3.340 mAh de la batería no extraíble de este Mate 10 Lite pero nos ha sorprendido, y para bien, aunque la sorpresa es menor debido al alto nivel de la categoría.
Teniendo en cuenta que la autonomía de un dispositivo es un elemento demasiado voluble, dependiente de decenas de variables que se comportan de forma distinta en distintas manos, en este Huawei Mate 10 Lite hemos llegado con batería al final del día en todas las pruebas que hemos hecho durante el análisis. Con más del 30% de autonomía en días de uso normal, y algo más justos en días más exigentes, el teléfono de Huawei ha resuelto con bastante buena nota este apartado.
Centrándonos más en las cifras, podemos comentar que en tiempo de pantalla hemos obtenido entre cinco y siete horas de uso, acercándonos más a la segunda cifra cuando hemos pasado más tiempo bajo WiFi, y aproximándonos más a las cinco horas con uso de juegos, siempre de forma moderada y no en formato gamer, o bajo cobertura de redes de datos. Un punto a considerar es que este Mate 10 Lite no cuenta con carga rápida, así que cargar por completo su pila interna nos llevará algo más de dos horas. Sin duda, un fallo a tener en cuenta a día de hoy.
Si la moda es el desenfoque, desenfoquemos
Las cámaras dobles llevan años entre nosotros pero no ha sido hasta hace poco tiempo cuando se han popularizado. Doble cámara, desenfoque selectivo, es el nuevo estándar y también aparece en este Huawei Mate 10 Lite. Un teléfono que se presenta ante nosotros con 16 megapíxeles como lente principal, y con otros 2 megapíxeles para lecturas de fondo. Una configuración que se repite en el frontal, por cierto, aunque con una pareja de 13 y 2 megapíxeles. Desenfoque a tutiplén para el nuevo teléfono del fabricante, aunque empecemos a vestirnos por los pies.
Vayamos a por la pareja de la espalda, la principal salvo que seamos adictos a autorretratarnos. Las fotografías responden de maravilla cuando tenemos buena iluminación. Las capturas ofrecen muy buen nivel de detalle, los colores son correctos aunque ligeramente saturados (nada molesto) y los bordes de los objetos se muestran nítidos y con buen contraste. El sensor trasero de este Mate 10 Lite cuenta con un buen rango dinámico. Los 16 megapíxeles nos ofrecen además la posibilidad de jugar con los recortes siempre que lo necesitemos.
Cuando cae la luz, la cámara baja en rendimiento y el enfoque se ralentiza, algo lógico aunque menos pronunciado de lo que esperábamos. Incluso en situaciones de penumbra seguimos obteniendo fotografías de una calidad aceptable y no es hasta la noche cuando comenzamos a ver "acuarelas" y aparece el ruido. Y si lo deseamos, podemos activar el HDR para obtener más contraste, aunque la captura se hace algo más lenta. A plena luz el enfoque no nos será de mucha ayuda pero sí durante los nublados y otras situaciones de iluminación deficiente.
Llegamos a los desenfoques traseros, pues también los tendremos en el frontal. Un sencillo toque en la pantalla nos permitirá activar el desenfoque en el Mate 10 Lite, usándose la lente de 2 megapíxeles para la lectura del fondo. El efecto de los bordes es bastante correcto aunque presenta algunos problemas a la hora de detectar los bordes. Un procesado que, por otra parte, es veloz en comparación con otros teléfonos de la competencia como el Mi A1, aunque éste juegue en una categoría más económica.
Si le damos la vuelta al teléfono podemos empezar a hacernos selfies, y para ello tenemos una lente de 13 megapíxeles que baja un poco el nivel en comparación con su hermana mayor de la parte trasera. Colores menos pronunciados, algo menos de iluminación y una captura también algo más lenta. Suficiente, pero se aprecia la distancia con el sensor principal. En las capturas no apreciamos aberraciones de color ni nada parecido así que nos deja satisfechos en este aspecto.
Y formando pareja con los 13 megapíxeles del frente tenemos otro sensor más pequeño con su correspondiente lente, porque el Mate 10 Lite viene con cuatro cámaras. Dos traseras, dos frontales. Y con esta segunda lente llega el desenfoque también a los selfies, un efecto que se ejecuta con velocidad, produce fotografías más que aceptables y ofrece versatilidad al juego de cámaras del teléfono. Como en la parte trasera, el procesado de estos desenfoques es rápido pero no se aprecian los pequeños defectos que se mostraban en aquella. Extraño pero tal cual.
Llegamos a una de las partes más importantes de una cámara, por más que toda la atención mediática se la lleven los megapíxeles, las aperturas o el número de lentes. Hablamos del software, y aquí Huawei repite una fórmula que le ha funcionado ya con EMUI en modelos anteriores. Montar tanto modos automáticos como un modo manual, llamado aquí Profesional, que nos permite ajustar desde el balance de blancos hasta la exposición. Una pequeña cámara profesional a través de un ajuste de cámara que podemos activar si realmente nos apasiona la fotografía.
Por supuesto, y aunque Huawei en esta ocasión no ha apostado por un sensor especializado en su configuración dual, también tendremos nuestro modo de fotografía en blanco y negro gracias a los filtros en vivo, y otras funciones no menos interesantes como el modo dedicado al escaneado de documentos o la posibilidad de añadir marcas de agua si somos un poco más sibaritas en materia fotográfica y queremos marcar nuestra producción, o si somos profesionales y necesitamos llevar nuestro logotipo allá donde vamos.
Con sus pequeños fallos, la cámara del Huawei Mate 10 Lite nos ha dejado una grata sensación, modo desenfoque incluido. La pena es que se haya hecho esta concesión hacia el modo de desenfoque pero perdiendo la identidad de la marca en cuanto a las fotografías en blanco y negro. La tendencia es la tendencia pero se agradecía saber que una doble cámara de Huawei nos ofrecía un sensor con fotografías saturadas de tanta calidad, algo que perdemos. Pero como cámara todoterreno, como cámara para el día a día que nos pueda resolver situaciones más "profesionales", gran trabajo. Notable.
Y, cómo no, hablemos del sonido
Va llegando la hora de cerrar el análisis y lo hacemos con el no menos importante apartado del sonido. Tanto el producido por sus altavoces como el generado a través de la salida de auriculares. Con la experiencia añadida de los teléfonos de Huawei analizados en esta generación, valoremos qué tal ha ido la evolución de este Huawei Mate 10 Lite del que pronto nos despedimos.
Con la salida de sonido en la parte inferior, el Mate 10 Lite produce un sonido con buen nivel y nítido que sin embargo ha llegado a distorsionar en algunos momentos, pero dando la talla en buena parte de las pruebas a las que lo hemos sometido. La lástima es que el sonido pierde algo de graves y resulta algo "de lata", distanciándose así algo de un P10 Lite que producía mejor sonido en general.
La salida de auriculares es otra historia. Aquí no sólo tendremos calidad sino también muy buen volumen, y si lo acompañamos de unos auriculares de calidad la experiencia se eleva aún más, sin menospreciar a los auriculares de botón incluidos en la caja de este Mate 10 Lite al que se le suma un ecualizador en los ajustes, pero sólo para auriculares. Tendremos que activarlo en la configuración de sonido pero ahí está, para personalizar al máximo el sonido que recibiremos. Una mejora a tener en cuenta, sobre todo para melómanos.
Huawei Mate 10 Lite, la opinión
Con permiso de un P10 Lite que ya hemos mencionado con anterioridad, y de los exponentes de las líneas Nova, no cabe duda de que este Mate 10 Lite es la máxima apuesta en cuanto a gamas medias de uno de los mayores fabricantes del mercado. Huawei sigue creciendo año tras año y teléfonos como éste que acabamos de analizar demuestran que no es por casualidad.
Un teléfono con un gran diseño y robusto, con un buen funcionamiento en general aunque algo cojo en potencia cuando llega el momento de apretarle las tuercas, y que nos ofrece tanto una gran autonomía como una cámara para rendir a buen nivel allá donde le pidamos. La gran pena es que se deje fuera el NFC a estas alturas de la evolución de la telefonía móvil. Nos quedamos sin pagos móviles, algo que a día de hoy ya empieza a ser un error notable.
Pero en general, el Mate 10 Lite nos ha gustado. Hay cosas que mejorar, por supuesto, pero tratándose de una gama media que se mueve muy cerca de los 300 euros, y sabiendo que no tardará en bajar de esa cifra merced a los movimientos del mercado, el Mate 10 Lite se convierte en una alternativa a tener en cuenta. Gran trabajo, aunque sin descuidar la crítica. Así es cómo se crece.
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bajo licencia Creative Commons.
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