viernes, 7 de octubre de 2016

MATTHEW


Matthew ha dejado centenares de víctimas a su paso. El huracán azota ahora a Estados Unidos, después de causar más de 300 muertos en Haití como consecuencia de las caídas de árboles, derrumbes de casas e inundaciones por culpa de los vientos superiores a 230 kilómetros por hora. Tras su paso por las Bahamas, donde alcanzó de nuevo la categoría 4, el Gobierno de Barack Obama decidió declarar el estado de emergencia en Florida. Los vientos cercanos a 200 km/hora amenazaban las costas de Miami e incluso la base espacial que la NASA tiene en Cabo Cañaveral. Pero, ¿cómo se prepara alguien para la llegada de un ciclón tropical como este?

Hipertextual ha hablado con Alba, una joven española que acaba de llegar a Florida para trabajar como investigadora postdoctoral en la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami. "Están avisando todo el día por la televisión para que la gente se vaya, porque dicen que va a ser devastador", comenta. En la zona donde reside con su pareja, los servicios de emergencia indicaban que Matthew sólo pasaría en forma de tormenta tropical. "El huracán llega como a mitad de la península y nos han dicho que el problema será en la zona norte", aclara.


Según El País, en las últimas horas ha habido más de un millón de evacuados y 1.500 vuelos cancelados por el huracán. Estas cifras corresponden tanto a países como Haití y Cuba, como Estados Unidos. "Sé que en la zona céntrica, la típica de los rascacielos, han evacuado a la gente. Mi jefe vive en Miami Beach, pero la evacuación es voluntaria y él se ha quedado", dice Alba. Según le comentan en el laboratorio, la situación fue parecida con el huracán Wilma, que rozó Florida en 2005. "Fue bastante desastroso, pero este es el que peor pronóstico tenía de los últimos años", comenta la científica a este medio.

Alba, que llegó hace unas semanas a Estados Unidos tras finalizar el doctorado en España, explica que en la universidad les han dado mucha información y que cuentan con bastantes medidas de prevención. Preguntada sobre si siente miedo ante las últimas noticias, la joven responde que sí le da reparo, pero nota que "hay mucha información y preparación". "Ahora estoy más tranquila porque durante el día no ha estado muy mal", comenta. En las últimas horas, muchos supermercados han visto agotadas sus provisiones de agua y pan.


"Ayer nos hicieron salir antes de las siete, desconectar todos los aparatos por si había subidas y bajadas de tensión, además de ofrecernos una serie de recomendaciones", explica en relación a las medidas tomadas por la Universidad de Miami. Entre las recomendaciones realizadas, las autoridades también han aconsejado comprar comida no perecedera y agua para tres días, pilas y linternas, así como una radio de mano para enterarse de las noticias en caso de que se fuera la luz.

Los vecinos que viven en casas sin protección también se han apresurado a comprar tablones con los que proteger sus viviendas. No es el caso de Alba y su pareja, que residen en un edificio que ya cuenta con persianas protectoras exteriores de metal para evitar posibles roturas de cristales y otros daños. "También hay ventanas resistentes a huracanes, pero son más caras aunque menos ruidosas y te dejan ver lo que está pasando", aclara. La alerta provocada por la llegada de Matthew a Florida se ha extendido por otras regiones de Estados Unidos, como Georgia, Carolina del Norte y del Sur, según Financial Times.


El gobernador de Florida, Rick Scott, también ha avisado de los "efectos catastróficos" que podría tener Matthew. El paso del huracán se puede seguir en directo por páginas web como Ventusky, aunque la NASA está actualizando de forma constante sus servicios de información. Medidas que sirven para prevenir y estar preparados ante un ciclón tropical que ha pillado por sorpresa a los habitantes de Miami, especialmente en el caso de aquellos que acaban de llegar al país.


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