Durante décadas, los neurocientíficos que estudian el aprendizaje y la memoria se han centrado en cómo el cerebro adquiere información y en cómo esa información se convierte en una memoria estable, un proceso llamado consolidación de la memoria. Sólo recientemente los neurocientíficos han comprendido la importancia del olvido activo y han comenzado a desentrañar los procesos que hacen que el cerebro olvide.
Descripción fisiológica en moscas
Ahora un nuevo estudio ha tratado de describir fisiológicamente cómo sucede tanto el aprendizaje como el olvido, y cómo a veces se solapan. Un equipo de Scripps Research, según publican en Cell Reports, estudiaron los cambios sinápticos que se producen durante el aprendizaje y el olvido en moscas de la fruta.
Los investigadores descubrieron que una sola neurona de dopamina puede impulsar tanto el proceso de aprendizaje como el de olvido.
Descubrieron así que cuando una memoria de comportamiento se degrada, los cambios celulares que se producen durante el proceso de aprendizaje son revertidos por la misma neurona de dopamina que ayudó a formar los cambios en primer lugar. "Cada vez que aprendes algo nuevo, al mismo tiempo estás formando una nueva memoria mientras que potencialmente interfieres con o borras los viejos", ha explicado el primer autor Jacob Berry. "Es un acto de equilibrio muy importante que evita que te sobrecargues".
Berry agrega que este proceso de aprendizaje y olvido ayuda a explicar la interferencia retroactiva, una observación común en la psicología. La interferencia retroactiva describe la situación en la que la información más reciente se interpone en el intento de recordar información más antigua; por ejemplo, llamar a yu jefe anterior por el nombre de su jefe actual. Aunque la investigación se realizó en moscas de la fruta, los investigadores esperan que los hallazgos se apliquen a organismos superiores, incluidos los humanos.
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