Todos, en menor o mayor medida, hemos notado la tendencia de ir dejando de usar bolsas de plástico en supermercados y otras tiendas. Depende del país en el que vivas, pero en casi todas partes ha habido un antes y un después en el que hemos pasado a usarlas libre y gratuitamente a tener alguna restricción como pagarlas o ver promociones de bolsas reutilizables.
Francia quiere ir mucho más allá. Su "transición energética" tiene planes más ambiciosos, entre ellos prohibir todo tipo de utensilio de plástico (plásticos, vasos, cubiertos) en un plazo de 4 años hasta 2020. Eso convertiría al país en "el líder mundial" en adopción de prácticas que respetan el medio ambiente.
Los planes franceses para reducir su impacto medioambiental
Mientras lees este artículo, en Francia se están desechando vasos de plástico a un ritmo de 4730 millones por año (cifras de 2015). Son 150 vasos cada segundo que van a parar a la basura, y de ahí a un vertedero donde puede tardar 50 años en descomponerse si no se toman medidas para reciclarlo y aprovechar el material como se pueda. Lo mismo pasa con las bolsas de plástico, que se tiran a ritmo de 17.000 millones de unidades anuales. Y mejor no hablemos de lo que ocurre cuando esos plásticos acaban en el mar.
Esta ley de Francia quiere, después de haber prohibido ya dichas bolsas de plástico en los supermercados el pasado mes de julio, empezar a prohibirlas en tiendas de frutas y verduras a partir del 1 de enero de 2017 (fue noticia como puedes ver en el video superior). Tres años más tarde, el 1 de enero de 2020, se prohibirán los utensilios plásticos desechables de cocina. Son poco más de tres años para que los fabricantes se adapten al cambio, que implicará más costos de producción y más complicaciones en el proceso de fabricación.
El objetivo, además de reducir los residuos contaminantes, es el de obligar a que la mitad de los materiales que se usen para crear utensilios sea orgánico y biodegradable en 2020. Y que cinco años más tarde, esa proporción pase a ser del 60%. Dejar de fabricar plásticos que tarden demasiado en descomponerse y afecten gravemente a los ecosistemas naturales del planeta cuando los desechamos.
¿Por qué necesitamos reducir el consumo del plástico?
Este gráfico representa la producción de plásticos a partir de pozos vírgenes de petróleo. Hemos pasado de los 15 millones de toneladas de plástico producido en 1964 a los 311 millones de toneladas hace dos años.
Datos simples pero drásticos como el de que en el año 2050 habrá más plásticos que peces en nuestros océanos ya nos demuestran que hay que hacer algo. El World Economic Forum nos lo desglosa más en este documento: se desechan el 95% de los plásticos que usamos durante un periodo de tiempo corto, lo cual afecta al medio ambiente y además hace que no se aproveche una oportunidad de mercado de 80.000 a 120.000 millones de dólares. Y cada año, 8 millones de toneladas de esos plásticos acaban en el mar.
Además, se prevé que este tipo de consumo de plásticos se doble durante los próximos 20 años. Traducido en dinero, estamos hablando de que las empresas se gastan 40.000 millones de dólares anuales en fabricar materiales contaminantes. Puede que hayas pasado a usar bolsas reutilizables pero sigues encontrando plásticos en bandejas de restaurantes, cajas de productos, botellas, bolsas y envases para alimentos. Y sólo un 14% de esos plásticos son reciclables hoy en día.
Hay otro motivo: el 90% del plástico que se produce en todo el globo viene de pozos vírgenes de petróleo. ¿Crees que es poco? Un 6% del petróleo que se consume en el mundo se destina al plástico. Y en el año 2050 ese porcentaje subirá al 20%. Es, por lo tanto, una fuente de contaminación adicional que afecta al cambio climático.
Esto es lo que quiere el World Economic Forum: una economía "circular" de plásticos que reutilice, recicle y use un material más respetuoso con el medio ambiente.
No hay una situación ideal: siempre habrá desechos fruto del uso de los plásticos. Pero una economía "circular" que se beneficie de un proceso de uso y reciclaje de los plásticos minimizaría esos desechos. Se motivaría a invertir en plantas que reciclen esos plásticos (entre otras cosas) o los transformen en sus materias primas para usos como el enriquecimiento del suelo agrario.
Las críticas a la ley: "podría incluso empeorar el problema de los residuos"
¿Quién puede estar en contra de una ley que prohíba los utensilios y vasos de plástico que contaminan el planeta? Pues los fabricantes que fabrican esos utensilios, por supuesto. Pack2Go, una multinacional que representa a muchos fabricantes de envases y contenedores de plástico, ya ha dicho que protestará contra la ley argumentando que "vulnera los derechos de esos fabricantes".
En un artículo de Associated Press, el secretario europeo de Pack2Go Eamonn Bates pide a la Comisión Europea que tome medidas legales contra esta ley "por infringir las leyes europeas". Avisan también que si no lo hacen, tomarán medidas ellos mismos. De hecho, ya ayudaron a retrasar tres años la prohibición de los utensilios plásticos en Francia y temen que medidas así se extiendan por el resto de países de la Unión Europea.
Bates también defiende que el público podría tomarse esta nueva generación de utensilios hechos con materiales menos dañinos como una "autorización" a tirarlos donde sea, creyendo que no harían tanto daño al medio ambiente como antes. "Eso podría incluso empeorar el problema de los residuos", argumenta Bates. Al mismo tiempo, el ejecutivo defiende que no hay pruebas acerca de si el impacto de esos nuevos materiales impacta más o menos el medio ambiente (aunque provengan de primeras materias más naturales).
Con este panorama, no sería extraño ver cómo el proyecto de ley francesa encuentra más obstáculos en los tribunales europeos antes de que se haga vigente. Pero aún así, viendo los efectos que ya se presentan, queda claro que hay que hacer algo.
¿Y qué se está haciendo en otros países?
Francia no es el único país que está dando pasos para reducir el consumo de plásticos dañinos, aunque sí que destaca yendo más allá de las bolsas. Buenos Aires, prohibirá el uso de las bolsas de plástico en los supermercados e hipermercados el próximo 1 de enero de 2017. Ese mismo día, el Reino Unido prohibirá la venta de cosméticos que usen microesferas de plástico.
En Cataluña se prohibirá por ley que se regalen, con la intención de reducir su uso un 90% en 2020. Italia lo ha prohibido completamente desde 2011, aunque el Reino Unido obstaculizó esa ley hace tres años. España se limita a obedecer el mínimo impuesto europeo y motiva a que no se regalen en los supermercados.
Algunas ciudades también dan pasos con otros materiales: en Concord (Massachussetts), se han prohibido las botellas de plástico y el agua se vende en cartones. Montreal, en Canadá, planea prohibir esas mismas botellas en 2018.
Imágenes | zeevveez, jonny2love
http://magnet.xataka.com/mundo/por-que-francia-esta-prohibiendo-los-vasos-platos-y-cubiertos-de-plastico
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