Seamos realistas. Nos gusta preparar platos sofisticados y ponernos retos en la cocina que nos hagan aprender nuevas técnicas y alcanzar horizontes que, a priori, nos pueden parecer imposibles. Sin embargo, las recetas sencillas y de toda la vida, como este arroz con pollo, nos siguen tirando, encandilando y llevando al estrellato.
Para preparar un arroz con pollo no hace falta más que un pequeño puñado de ingredientes básicos, una paella y 45 minutos. El resto es tener un poco de maña, algo que se suple siguiendo nuestra receta al pie de la letra, y muchas ganas de disfrutar de un plato único insuperable. Perfecto para una comida familiar.
Salpimentamos los trozos de pollo y los rehogamos en una paella de 40 cm de diámetro con un chorro generoso de aceite de oliva. Solo queremos que tomen color por fuera, así que, en cuanto se doren ligeramente, los retiramos de la paella y reservamos.
Pelamos los dientes de ajo y los picamos finamente. Añadimos un poco más de aceite a la paella si lo vemos necesario y los rehogamos a fuego suave. Antes de que se doren añadimos los dos tipos de pimiento, limpios y troceados en pequeños dados, salpimentamos y continuamos rehogando durante un par de minutos.
Lavamos bien el tomate, lo cortamos por la mitad y lo rallamos. Añadimos a la paella junto con una cucharada de pimiento choricero. Removemos y rehogamos un par de minutos. Añadimos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol antes de incorporar el arroz y rehogar, sin parar de mover, durante un minuto más.
Por último agregamos el pollo a la paella junto con tres vasos del caldo de pollo y subimos el fuego al máximo. Reservamos el resto del caldo. Removemos bien para repartir el pollo por todo el recipiente y, cuando arranque a hervir el caldo, contamos tres minutos. Probamos el punto de sal y lo ajustamos si fuera necesario.
Transcurrido este tiempo bajamos el fuego y cocemos el arroz con pollo durante 15 minutos sin tocar el arroz, ni remover, ni nada parecido. Si el arroz se queda seco de caldo, añadimos el que tenemos reservado poco a poco, pero quizás no sea necesario. Pasado el tiempo de cocción apartamos la paella del fuego, tapamos con una paño limpio y dejamos reposar cinco minutos antes de servir.
Para que el arroz con pollo salga perfecto es importante que la paella sea del diámetro indicado y que el fuego sobre el que lo cocinemos cubra la totalidad de su base. Si el fuego es más pequeño que la paella, solo se cocerá el centro y el arroz de los laterales quedará crudo. En este caso, si usáis una paella más pequeña que se ajusta a vuestra placa o quemador, reducir las cantidades de ingredientes para que el arroz quede bien esparcido por la base en una capa fina.
Con qué acompañar el arroz con pollo
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