Estamos ya habituados a ciertos dispositivos inteligentes (como los teléfonos o relojes) y familiarizados con todo lo 'smart' que va llegando al hogar, incluso de lo que ferias como el CES nos enseñan como peines y espejos inteligentes. Pero los coches son los que están en el candelero de lo 'smart', y esto va más allá del ordenador de a bordo o los sensores: Goodyear ya nos habla de neumáticos inteligentes que se autorreparan.
El coche conectado ha sido uno de los protagonistas del MWC 2017, con prototipos y simuladores en stands que ni siquiera eran de fabricantes de automóviles como el caso de Bosch. Dentro de este concepto de coche del futuro, ahora Goodyear aprovecha el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra para hablarnos de su último prototipo de neumático, el Eagle 360 Urban, impulsado por inteligencia artificial.
Un neumático que "decide" y que "siente"
¿Qué cambia en la evolución de este año? Que Goodyear ha querido poner "un cerebro" a su neumático esférico, es decir, dotarlo de redes neuronales programadas con algoritmos de aprendizaje para que el propio neumático "decida". Esta "toma de decisión" determinará la adaptación a las condiciones del ambiente y a la conducción.
La adaptación se basa en que cambie su forma y la de la huella, lo cual es posible tener una piel biónica con una red de sensores, lo cuales monitorizan el propio estado y recogen información del entorno (superficie de la carretera, etc.). Aquí se contempla la conectividad tanto con otros vehículos como de sistemas externos de gestión de movilidad, de modo que también recoja y use la información de otros elementos (para anticiparse a accidentes, obras, etc.). La combinación de información a tiempo real con el registro de antiguas acciones determinará las respuestas, de ahí que hablen de que el neumático es "capaz de sentir, decidir, transformarse e interactuar".
La parte sensitiva la pone esta piel biónica que hemos mencionado, la cual está compuesta de un polímero súper elástico que se contrae y expande (con una flexibilidad parecida a la de la piel humana, según describe el fabricante). Bajo esta especie de "piel" hay un material resistente similar a la espuma que puede permanecer flexible incluso con el peso del propio vehículo. Esta estructura hace que los elementos bajo la superficie del vehículo actúen más o menos como el músculo humano, pudiendo variar la superficie por zonas de manera independiente según la superficie ("hoyuelos" para mojado, plano para seco, etc.).
Así, como decíamos antes, la capacidad de recabar información sobre el propio estado del neumático hace que si esta piel biónica se daña se detecte y se inicie una maniobra de autorreparación que hemos visto representada en el video. Lo que ocurre según el fabricante es que los sensores de la banda de rodadura localizan el pinchazo, lo cual hace que el neumático gire para crear una nueva superficie de contacto.
De este modo lo que se consigue es reducir la presión sobre la zona del pinchazo, de modo que facilita que se inicie lo que es la autorreparación en sí, es decir, la reacción física y química de los materiales (de modo que se crean nuevos enlaces moleculares sobre la zona afectada). Un proceso que se asemeja a la reacción que se desencadena en nuestro organismo cuando nos hacemos algún corte o herida, y que según hacen ver ocurriría en marcha (es decir, con las condiciones de temperatura y demás que esto implica).
Un neumático para un futuro... ¿Lejano?
Lo "inteligente" es casi lo que más puede asumirse, dado que la integración de sensores está en auge desde hace años y éstos cada vez funcionan mejor (además de abaratarse, etc.). Falta ver en realidad, y no en simulación, todo lo que nos están explicando, sobre todo que la circulación con ellos sea más segura y esa capacidad de autorreparación al más puro estilo regeneración tisular de la piel.
Si en la práctica este neumático inteligente funciona tal y como describen, desde luego sería algo bastante revolucionario, tanto a nivel de la industria del neumático en sí como en los propios automóviles. La forma esférica está reñida con el sistema actual de ejes, tuercas y demás, por lo que se plantea un sistema de levitación magnética (como veíamos en el video de los Eagle 360).
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