A falta del Samsung Galaxy S8 y con el permiso de los LG G6, Huawei P10 o Sony Xperia XZ Premium, el protagonista del MWC 2017 no ha sido un smartphone. Nokia ya había presentado anteriormente su Nokia 6 y el domingo pudimos conocer también los Nokia 3 y Nokia 5, pero los flashes se los llevó el Nokia 3310 reeditado, con su Snake y todo.
Y si encontrar copias exactas de los últimos iPhones o Galaxys es sencillo, el 3310 tampoco iba a ser menos. Gresso, esa marca que vende teléfonos con teclado de oro por casi 10.000 euros, no ha tenido ningún reparo y ya tienen un Gresso 3310, un feature phone que mantiene el diseño del original 3310. Eso sí, el uso del titanio de grado cinco ha hecho que su precio sea algo más elevado que el del nuevo Nokia, 2.990 dólares.
Si el original 3310 (habrá que ver la reedición) era resistente, la copia de Gresso es prácticamente indestructible, ya que gracias al uso de titanio de grado cinco sus creadores aseguran que el Gresso 3310 puede aguantar caídas desde 10 metros sin sufrir ningún desperfecto. Pero la resistencia extra no es la única diferencia entre el Nokia 3310 (2017) y el Gresso 3310.
La copia suiza del icónico terminal finlandés viene con 32 GB de memoria interna y una cámara de tres megapíxeles, aunque no incorpora flash. La batería es igual o más prometedora que la del Nokia, con hasta un mes de duración en stand-by y 75 horas de llamada. El Gresso 3310 todavía no está disponible para la compra, pero quien lo quiera (alguno habrá) tendrá que estar atento, ya que se fabricará en una tirada limitada de 3.310 unidades.
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