Puede que VLC sea una de las opciones más conocidas para reproducir contenido multimedia en nuestros equipos. Puede que sea la mejor, en la gran mayoría de las plataformas, pues en MacOS le ha salido un durísimo competidor como es IINA.
Lo cierto es que pese al dominio, los creadores de VLC no se pueden dormir en los laureles y si hace unos días los usuarios de MacOS recibían una nueva actualización del equipo, ahora toca lo propio con los poseedores de un equipo con Windows 10. Y da igual si es un PC, un smartphone o una Xbox One.
La aplicación de VLC se ha puesto al día con la versión 2.5.5.0 y aunque la actualización no aporta mejoras revolucionarias ,sí que ha ayudado a mejorar la estabilidad del sistema. Una actualización que llega destinada a corregir distintos problemas que se han ido encontrando los usuarios de VLC en PC, smartphone o en la consola de Microsoft.
Las correcciones llegan pensadas para solucionar problemas relacionados con la eliminación de elementos en Xbox One y para arreglar problemas con las miniaturas de videos al mismo tiempo que mejora el rendimiento de la aplicación en dispositivos con Windows 10.
Además de estas correcciones de fallos para mejorar el rendimiento, también han añadido algunas mejoras estéticas, algo que nunca está de más. En este sentido se ha mejorado ligeramente el diseño de los iconos y la transparencia del "Tile".
Mejoras que llegan además de la mano de nuevos idiomas añadidos, en concreto tres: alemán, eslovaco y polaco.
Las correcciones llegan pensadas para solucionar problemas relacionados con la eliminación de elementos en Xbox One y para arreglar problemas con las miniaturas de videos al mismo tiempo que mejora el rendimiento de la aplicación en dispositivos con Windows 10.
Además de estas correcciones de fallos para mejorar el rendimiento, también han añadido algunas mejoras estéticas, algo que nunca está de más. En este sentido se ha mejorado ligeramente el diseño de los iconos y la transparencia del "Tile".
Mejoras que llegan además de la mano de nuevos idiomas añadidos, en concreto tres: alemán, eslovaco y polaco.
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