viernes, 9 de septiembre de 2016

DALDYKAN, EL RIO ROJO SANGRE

Mikhail Golub

Instagram amanecía recientemente con su habitual indiferencia. En la red social, sin embargo, entre las millones de imágenes que vale la pena destacar, resaltaba una en particular. Procede del lejano norte, de una de las últimas ciudades del mundo, antes de lo salvaje. El río DaldyKan arrastra sus aguas de un rojo sangre brillante hasta el lago Pyasino, donde va a morir. No es la primera vez que los habitantes se despiertan con este panorama. Y mientras tanto, la fábrica metalúrgica de Nadezhda, situada en la cercana "ciudad cerrada" de Norilsk, mira de reojo con cierto aire culpable.


Cuando el DaldyKan se tiñó de sangre


El DaldyKan es uno de los cientos de ríos que recorren las lejanas laderas y estepas de Siberia, donde el permafrost es una realidad. Tan alejado de las pobladas ciudades de más al sur, cabría esperar que el DaldyKan fuese un río cristalino. Pero no lo parece. Como explicábamos, una oleada de rojo intenso, con un color muy similar a la sangre, teñía recientemente sus aguas. La situación ha recorrido medio mundo cuando una de sus habitantes, Katerina Basalyaga, publicaba en Instagram y Facebook las imágenes del río en este estado. Pero no es la primera vez que ocurre, según informan varias fuentes de la zona. El pasado junio, el río mostró un aspecto similar y los informes indican que estas no son las primeras veces.


Por su parte, la empresa metalúrgica, a quien no se ha dudado en señalar como primera sospechosa, ha declarado que, en primer lugar, el río no está muy distinto a como suele encontrarse. Y en segundo, que no ha habido ningún tipo de fuga en sus instalaciones. Por su parte, las autoridades ya han indicado que están haciendo las investigaciones pertinentes y que se tomarán medidas al respecto en el caso de que sea necesario. Pero como decíamos, este asunto es más complicado de lo que parece. No por nada, Norilsk y sus alrededores son considerados como uno de los lugares más contaminados del planeta. Y el DaldyKan no es una excepción.


Razones de sobra para volverse rojo


El DaldyKan es un río manifiestamente contaminado. No es el que más, ni tampoco contempla una contaminación increíblemente perjudicial, normalmente. Pero desde hace décadas se llevan realizando análisis de aguas en este río y algunos circundantes, así como en los lagos en los que desemboca. Los datos indican presencia de sales e iones metálicos acumulados en la flora y la fauna. También se ha encontrado una baja concentración de plancton en sus aguas, fruto de la contaminación. Cuando un biólogo observa que el agua se ha vuelto roja, lo primero que suele pensar es que ha ocurrido un fenómeno conocido como bloom de algas, eutrofización o marea roja. Estos ocurren cuando hay un cambio de temperatura o se arrojan excesos de nutrientes al agua. Los cambios permiten que las algas proliferen descontroladamente consumiéndolo todo a su paso. Además, suelen producir mortales mareas de toxinas que acaban con peces y mamíferos marinos. Las mareas rojas son muy conocidas y peligrosas.

Presa de desechos de Norilsk Nickel

Pero en este caso podemos descartar casi seguro una marea roja. Aunque no es descabellado pensar en ella debido al aumento de temperaturas, los análisis indican una baja presencia de los organismos causantes de estos blooms. Es más, las sustancias presentes en el agua matan gran parte del plancton, como hemos visto. ¿Entonces? Volvamos de nuevo a la primera hipótesis: Norilsk Nickel. Esta compañía es una de las mayores productoras de metales de todo tipo. Desde oro, al rodio (el metal más caro del mundo), pasando por el paladio, platino, níquel, cobre y hierro, Norilks Nickel es una de las megaindustrias más eficientes. Para poder extraer estos metales, las técnicas requieren usar disoluciones ácidas y sulfuros varios. Algunos de estos sulfuros, así como los subproductos obtenidos son de color rojo intenso (sulfuro de mercurio, óxido ferroso...). De hecho, los conductos arrastran estos subproductos desde la planta de Nadezhda hasta un lago artificial de desechos situado a unos veinte kilómetros de allí. Entre estos dos puntos, pasa el DaldyKan.


Aunque los datos son escuetos, debido a la política cerrada del lugar, no es descabellado pensar en una fuga por parte de la planta. Sin embargo, la compañía ha asegurado que el foco de contaminación no procede de ellos. No obstante, también afirman que han reducido su actividad para monitorizar el posible impacto y sus consecuencias en busca de soluciones. Pero, si no fueran ellos ¿es posible que el río DaldyKan se tiña de rojo sangre? Parece ser que sí. Tal y como insinúan las autoridades, existen precedentes de que esto haya ocurrido debido a las sales de óxido ferroso y otros minerales de origen ígneo. En tal caso la contaminación tendría un origen natural procedente de los sedimentos que envuelven al río. En cualquier caso, las consecuencias serán negativas para la fauna, la flora y la microbiota que existe tanto en el río como en el lago. ¿Puede afectar a los seres humanos? Sí, especialmente al comer animales procedentes de estas aguas, los cuales podrían acumular aún más metales pesados y contaminar a quienes los consuman. Pero eso no es algo nuevo en Norilsk, por desgracia. Ni tampoco será, probablemente, la última vez que ocurra.


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