Un hombre llamado Frank K. Dickman Jr., de Albuquerque, Nuevo México, Estados Unidos, ha interpuesto una demanda civil contra Microsoft y su CEO, Satya Nadella, con el fin de conseguir una nueva copia de Windows 7 o el pago de 600 millones de dólares estadounidenses por daños y perjuicios.
En la reclamación, presentada el pasado 14 de febrero, el demandante asegura que la actualización a Windows 10 de su portátil lo dejó inservible.
Windows 7 en 30 días o 600 millones de dólares como compensación
Dickman Jr. añade que la actualización eliminó la versión de Windows 7 de respaldo. Por lo tanto, asegura que "el proveedor original no es digno de confianza". Dice que la única manera de estar seguro de tener un sistema operativo Windows 7 de calidad es obtenerlo del proveedor original, en este caso Microsoft.
Dado que los de Redmond parece ser que no le proporcionaron la copia que había pedido de Windows 7, remitiéndolo a tratar el asunto con el vendedor de su equipo, ha optado por la demanda solicitando a Microsoft "una versión OEM de su sistema operativo mediante descarga en su sitio web, confirmada por el código clave que viene con el ordenador".
Si la compañía y Satya Nadella no satisfacen su petición en los siguientes 30 días, el demandante pide al juez que Microsoft y su CEO le paguen 600 millones de dólares estadounidenses (o 6.000.000.000.00 por un presumible error de redacción) dentro de otros 30 días "por un método apropiado".
El caso recuerda a otros menos llamativos surgidos también por las actualizaciones forzadas a Windows 10. En uno sucedido en California, en el que los ordenadores de una agencia de viajes quedaron prácticamente inservibles tras una actualización a Windows 10, Microsoft tuvo que pagar 10.000 dólares como compensación.
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