jueves, 29 de marzo de 2018

INTERSTICIO


Se está anunciando con bombo y platillo: Han encontrado un nuevo órgano en el cuerpo humano. Según parece, un equipo de científicos ha identificado una característica anatómica humana previamente desconocida del intersticio. Todo ese denso tejido conectivo que tenemos bajo la piel y rodeando los órganos podría ser un órgano por méritos propios.

Lo cierto es que, según un nuevo artículo de “Scientific Reports”, gracias a una serie de nuevas técnicas microscópicas se ha podido encontrar la estructura y la función de lo que hasta ahora creíamos que era una masa celular informe, el "plástico de burbujas" del cuerpo humano. Si se trata de un órgano o no, es algo que dista mucho de estar claro.

Lo esencial es invisible a los ojos


Mientras examinaban el conducto biliar de un paciente, usando una nueva técnica endoscópica (que combina láser y tintes fluorescentes para examinar a nivel microscópico el tejido in vivo) encontraron un patrón de cavidades que no encajaba con la anatomía conocida del conducto biliar. Se dieron cuenta que lo que había era una compleja red de compartimentos interconectados rellenos de líquido.

Ante los extraños resultados, los investigadores se pusieron en contacto con Neil Theise, un experto en anatomopatología de la Universidad de Nueva York, y juntos, desarrollaron una nueva manera de deshidratar las muestras manteniendo, en la medida de lo posible, la estructura anatómica intacta. Algo que antes no ocurría.

La conclusión es que lo que hasta ahora se consideraba un mero tejido conectivo denso es en realidad una red interconectada de pequeñas cavidades llenas de líquido que se sostienen sobre una malla reticular de colágeno y elastina. Hasta ahora no se había podido ver porque los procesos de preparación para el estudio microanatómico conllevaban cierta deshidratación celular que desdibujaba la estructura.

De hecho, durante años, se enseñó que lo que ahora sabemos que eran restos de esas estructuras, eran daños provocados por el proceso de preparación. Nada más lejos de la realidad, según parecen indicar los datos, el intersticio actuaría como una especie de sistema de drenaje de líquido prelinfático además de como revestimiento de los órganos.

Órganos en todos lados


Lo más polémico, sin duda, es la propuesta de que se considere como un órgano autónomo. Esto se está convirtiendo en un clásico de la anatomía moderna. Como la definición de órgano no está clara, muchos científicos tratan de reivindicar sus descubrimientos en este sentido. Según Theise, el intersticio tiene funciones y estructuras propias y específicas que le permiten hablar de órgano por méritos propios.

No obstante, la comunidad biomédica responde con moderación y escepticismo. El descubrimiento es interesante y, seguramente, sea importante, pero aún queda mucha tela que cortar y mucho que investigar. A partir de aquí, se abren muchas vías de investigación: los investigadores sostienen que este nuevo mecanismo podría ser fundamental en la metástasis del cáncer. Eso es lo realmente interesante.



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