Tras más de dos décadas asociado a la industria del videojuego y casi doce años liderando algunas de las propuestas más transgresoras de Ubisoft, Dean Evans abandona Ubisoft. ¿El motivo? Un cúmulo de factores que le han hecho replantear su rol en la industria del videojuego.
Evans ha participado en varias de las sagas clave del estudio galo, aunque su labor reciente más destacada fue esa peculiar visión ochentera de la serie 'Far Cry' y 'Trials' a través del sello 'Blood Dragon'.
Según declaraciones al medio Gameinformer, la reciente cancelación del proyecto en el que estaba trabajando fue uno de los detonantes. De hecho, Ubisoft le propuso sumarse a Serge Hascoet ampliando sus responsabilidades creativas desde la sede propia parisina. Algo que Evans declinó amistosamente, con el propósito de regresar al Reino Unido y aprovechar su tiempo libre viajando.
Me separé de mi mujer y luego el proyecto en el que estaba trabajando fue cancelado. Aquello fue demasiado --- al mismo tiempo y comencé a pensar: '¿mudarme a otro país extranjero es mi mejor opción?'
Cumpliré 40 años este año, y puede que sea un cliché, pero le das vueltas del mismo modo que cuando cumples los 30. Llegado a este punto, comienzas a pensar en lo que realmente quieres hacer y si estás tomando la decisión correcta.
A través de GameInformer, Evans afirma que su salida de Ubisoft fue en buenos términos. Sin embargo, eso no quiere decir que abandone la industria del videojuego. De hecho, planea regresar y tiene medianamente claro cómo quiere hacerlo basándose en su experiencia:
Mucha gente se ha estado quejando sobre el negocio de los triple A y sobre la falta de riesgos a la hora de desarrollarlos. Sería un hipócrita total si quería ir un paso hacia delante sin correr riesgos. Por lo tanto, creo que podría salir y montar mi propio estudio y ver a dónde va eso.
La forma en que lo veo es que, siendo sincero, que creo que estamos en un punto en que que ha comenzado la era del "desarrollador-saurio". Cuando hablas con la gente sobre la próxima generación, podrás reconocer a los "desarrolladores-saurios" porque comenzarán a hablar sobre PlayStation 5 o como se llame la próxima Xbox. No están hablando de niños. Tienes hombres de 40 años que hacen juegos para otros hombres de 40 años. Y a nadie le importa. Ese equilibrio necesita un cambio.
A lo largo de estos últimos años, el mercado de los Triple A se ha segmentado en diferentes públicos e incluso los colosos de la industria están adaptándose a lo que se conoce como 'Juegos como Servicio', lo cual convierte los juegos y proyectos de mayor envergadura en plataformas que se expanden a través de contenidos premium.
Sin embargo, este concepto de juego deja atrás otro tipo de jugadores, especialmente a los usuarios más pequeños.
Por otro lado, sería injusto meter todos los juegos en el mismo saco: tenemos ejemplos especialmente creativos y exitosos como 'Minecraft', que hace no demasiado se ha convertido en una plataforma de juego, así como interesantes propuestas muy diferentes que no conocen edad y pueden suponer una revolución jugable como 'Nintendo Labo'.
Es más, para Dean Evans, esas podrían ser las líneas a seguir.
Soy un gran creyente de que el futuro no son los juegos que nosotros como creadores hacemos, sino que creamos mundos virtuales y les damos herramientas y sistemas a los jugadores y ellos harán una cantidad infinita de juegos
Vamos a construir espacios para que los jugadores no solo jueguen, sino que también existan. Lo verán, en 10 años la existencia digital va a ser tan importante como su existencia virtual.
Pensar que tenemos el medio de entretenimiento más poderoso del planeta e ignoramos el futuro de nuestro planeta. No estamos haciendo juegos para esta audiencia con el presupuesto y la atención que merecen.
No sabemos qué tipo de proyecto habrá estado desarrollando con Ubisoft, pero está claro que incluso sin haber comenzado sus vacaciones indefinidas sigue apostando por dar un giro innovador a esta apasionante industria. Y viendo el énfasis que hace en este tipo de conceptos, parece que no tardaremos demasiado en tenerlo de vuelta.
Podrá decir lo que quiera, pero la temida crisis de los 40 le ha sentado de maravilla al genial Dean Evans.
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