Con la Xbox One S cada vez más cerca parece que nos hemos olvidado de la Xbox One "original", pero la grande de Microsoft no va a dejar de estar de moda, sobre todo porque la nueva versión no aporta grandes novedades como para hacernos abandonar a la negrita.
Y es que la consola de Microsoft representa hoy por hoy una apuesta interesante al precio actual para aquellos usuarios que viniendo de una Xbox 360 tienen que cambiar de consola por una jubilación anticipada de la que tenían hasta ahora.
Y representa una buena opción, porque en el caso de los poseedores de un extenso catálogo de juegos para Xbox 360, la retrocompatibilidad en Xbox One es cada vez un argumento con más peso. Sí, es cierto que falta mucho por hacer, pero los más de 200 juegos que por ahora son usables en la Xbox One originarios de la Xbox 360 demuestra que poco a poco Microsoft va cumpliendo (en parte) con los jugadores.
Y es que tenemos que pensar que los años de vida de la Xbox 360 ha generado un gran catálogo de juegos que hoy por hoy miles de personas siguen utilizando. Juegos que pese a la salida de nuevas máquinas como la PS4 o Xbox One, siguen gozando de muy buena salud porque ¿a cuantos de nosotros no nos ha gustado volver en un momento determinado a jugar un clásico?
En este sentido la consola de Microsoft ha alcanzado la cantidad de 214 títulos compatibles provenientes de la Xbox 360 y que pueden ser usados en la Xbox One. Por lo tanto puede que de tu colección de juegos de Xbox 360 unos cuantos sean ya compatibles con Xbox One.
Se trata de un aliciente para fomentar la venta de las nuevas consolas, mucho más en la línea de lo que viene a ser políticamente correcto. No todos podemos desembolsar una cantidad importante y una nueva consola y encima si sabemos que nuestros juegos antiguos van a quedar guardados en un cajón de casa por no poder usarse. Y mucho menos agradable puede ser el comprobar como si queremos usarlos debemos volver a pagar por algo que ya tenemos y obtener una copia digital.
Por lo tanto la retrocompatibilidad, en las consolas en general, se trata de una opción casi obligada a la hora de sacar una nueva máquina. Es cierto que las empresas están para ganar dinero, pero de una forma razonable, con nuevos productos y no haciendo pagar dos veces por algo que ya tenemos. Y en este caso, pese a todas las polémicas de las que ha sido objeto, parece que por ahora, desde Microsoft no van por mal camino.
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