martes, 11 de abril de 2017

LOST


El final de ‘Lost’ es probablemente uno de los más polémicos de la ficción televisiva. Después de años de escrutinio, de hilos interminables en foros que analizaban cada plano de la serie y de inagotables teorías sobre lo que ocurría en esa isla y sobre cómo acabaría la serie. Finalmente, y tras una última temporada a ratos frustrante –incluso para los que defendemos el final-, la cosa acabó con una legión de fans expresando rechazo absoluto a la serie al completo.

Resulta que en Entertainment Weekly han publicado una entrevista con sus productores ejecutivos,** Carlton Cuse y Damon Lindelof en el que hablan del final que tenían ideado desde la tercera temporada** pero que nunca llegó a ser. Un desenlace en el que uno de los volcanes de Hawaii era el protagonista.

Este volcán estaba presente en los episodios; los capítulos lo incluían como parte del paisaje y, por supuesto, los fans teorizaban sobre ello apoyándose de imágenes, dibujos e incluso una secuencia en una clase de Dharma en la que se habla de ellos, pero finalmente quedó en nada.

Siempre buscábamos la forma de fagocitar cualquier cosa de Hawaii para apoyar la narrativa visual de la serie. También pensábamos en la isla como un personaje más, por lo que siempre estábamos buscando en elementos que le diesen más personalidad. Cuse.

Carlton Cuse cuenta en una visita a una de las islas se fijó en el volcán y lo dejó como elemento a recuperar en un futuro. Cuando se sentaron a configurar las últimas temporadas lo plantearon como el lugar místico en el que se había forjado el ser misterioso y cambiante que era el Humo Negro.

«En la sexta temporada, los guionistas habían afianzado la idea de que la isla era como una especie de corcho de una botella que evitaba que todo tipo de elementos malignos saliesen a la luz. La pregunta siempre era cómo visualizar y dramatizar la idea de que la isla en sí misma es lo que separa al mundo del fuego del infierno y la destrucción», dice Damon Lindelof.

Pelea épica en el magma

Lindelof y Cuse imaginaron un final en el que Jack y la encarnación del Humo Negro luchasen por el destino de ese volcán. El volcán había estado inactivo durante toda la serie, pero a medida que se acercaba el final, la isla se había vuelto más inestable y el volcán estaba a punto de entrar en erupción. Íbamos a tener mucha actividad sísmica y, finalmente, iba a haber una gran lucha entre las fuerzas del bien y del mal. Jack y El Hombre de Negro en mitad del magma.

«Habría sido impresionante visualmente», dice Lindelof. «Y muy emocionante para el espectador. Después de seis años y aproximadamente 121 horas de serie, habíamos rodado literalmente en todos los rincones de Oahu así que la idea de que podríamos ir a una nueva localización además le iba a dar ese aspecto nuevo y único de algo primitivo y con aires de fin del mundo.»

El volcán entraría en el antepenúltimo episodio, uno que revela la historia del origen de Jacob –protector de la isla- y su hermano, el Hombre de Negro. Jacob habría tirado a su hermano al cráter. Y aquí es cuando al parecer los productores les pararon los pies.


Durante la preproducción de la temporada 6, los productores se dieron cuenta de que los costos logísticos de llevar el rodaje ahí serían insostenibles. Además, el templo que sí podemos ver en la primera mitad de la temporada era muy caro de alquilar.Y así fue cómo todo el tema del volcán fue reimaginado como una cueva y la batalla entre el bien y el mal acabó siendo rodada en los riscos de la isla de Oahu.

Carlton Cuse señala cómo esto muestra lo mucho que factores prácticos y logísticos pueden influir y modelar una producción, y ponen el ejemplo de Mr. Eko, personaje para el que habían creado unas tramas importantes para temporadas futuras que tenían que ver con Locke. Sin embargo, tuvieron que improvisar nuevas historias cuando el actor decidió abandonar la serie.



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