viernes, 21 de abril de 2017

FACEBOOK MESSENGER


Esta semana ha tenido lugar la conferencia para desarrolladores de Facebook F8, en la que ya es un tipo de costumbre anunciar la inclusión de más elementos en la plataforma Messenger. Concretamente, ahora es posible enviar canciones de Spotify, planificar viajes o crear mensajes con GIF animados.

El problema cuando no cesas en incluir funciones en una aplicación es que inevitablemente llega un momento en el que se alcanza el punto de saturación: no es posible incluir nada más sin que el resultado sea un auténtico desastre. Ese momento podría haber llegado ya.

Una interfaz angustiosa


Facebook Messenger en 2013

¿Recuerdas los inicios de Facebook Messenger? Apenas eran cuatro cajas, un cuadrado para escribir, otro para enviar mensajes y poco más. Sí, la verdad es que los ingenieros de Facebook no tardaron en complicar la aplicación al incluir stickers y un botón para añadir la ubicación de cada mensaje que nadie en su sano juicio debía dejar activado, pero todavía podía considerarse sencilla.

Hoy en día, sin embargo, la interfaz de Facebook Messenger se ha complicado en exceso, incluyendo una gran cantidad de polución visual difícil de encontrar en otras aplicaciones de mensajería de la competencia como WhatsApp o Telegram.


Mientras que en WhatsApp tienes cuatro botones a tu disposición en la barra inferior, en Facebook Messenger el número aumenta hasta seis, y se seguirán expandiendo indefinidamente gracias al botón del +, ya que Facebook Messenger no es una aplicación de mensajería, nos recuerda Facebook, sino una plataforma.

El resultado de hacinar tantos botones en la interfaz solo se puede definir como angustioso, quedándote disponible un diminuto espacio para escribir. Sí, es cierto que al empezar a escribir se expande el recuadro de texto, pero a cambio de ocultar los botones para enviar clips de voz e imágenes, un problema no presente en WhatsApp o Telegram.

La cantidad de veces que Facebook ha reorganizado los botones dentro de la ventana de conversación en Messenger no hace sino dejar en evidencia los problemas que están teniendo en Menlo Park para encontrar una configuración que tenga sentido mientras los botones siguen llegando. Y no parece que estén cerca de encontrar una solución.

La peor lista de contactos

Siendo una aplicación de mensajería, al menos en parte, debería ser relativamente fácil localizar a tus amigos en la aplicación e iniciar una conversación con ellos, ¿no? Pues no. La lista de contactos de Facebook Messenger es probablemente la peor de su categoría.

Facebook Messenger mezcla en una única ventana las conversaciones recientes, los contactos favoritos, sus propios Stories (Messenger Days) e incluso publicidad. El resultado es una ristra de información inconexa que con frecuencia deberás recorrer arriba y abajo hasta encontrar a quien buscas. Y si te pasas haciendo scroll hacia arriba, se abre la cámara de Messenger que nadie había pedido.


Por si eso fuera poco, la última pestaña de Messenger muestra también contactos, en este caso ordenados alfabéticamente. Parece demasiado bueno para ser verdad, y lo es. Aquí se mezclan contactos que tienes en tu Facebook con aquellos que no, pero tienes (o tienen) tu número de teléfono, a lo WhatsApp. Para que te hagas una idea, no sé quién es la mitad de la gente en mi lista.

Teniendo en cuenta que Facebook Messenger tiene una pestaña dedicada solo para llamadas y otra para grupos, dos opciones que muchas aplicaciones de mensajería combinan en la vista de conversaciones, es como si a Facebook le gustara ponernos difícil encontrar a nuestros amigos. Si necesitas otro ejemplo, uno bastante curioso es que dispone de una sección de contactos favoritos, pero los elige él solo, no tú.

Y muy pesada

Esta featuritis aguda que aqueja a Facebook Messenger llega con sus propios efectos secundarios. Tras varios años probando y vistiendo a Messenger de plataforma, la que fue una aplicación de mensajería interesante (especialmente en Android, con las burbujas de chat) está sufriendo de un extremo sobrepeso en cuanto al espacio de almacenamiento que necesita.


La aplicación de Messenger ocupa más del doble de espacio que WhatsApp y cuatro veces el espacio de Telegram, dos aplicaciones de mensajería que van bien cargadas de funciones también, incluyendo llamadas, stickers y demás parafernalia. Lejos quedan los tiempos de Facebook Messenger 3.0.1, que ocupaba solo 10 MB.

En resumen, no sabemos si Facebook Messenger conseguirá convertirse en esa plataforma con la que todos los desarrolladores de aplicaciones de mensajería están soñando. Lo que está claro es que, como sus ingenieros no le den algo más de peso a mejorar o mantener la experiencia para el usuario en lugar de seguir arrojando funciones sin ton ni son para ver cuáles se quedan, más de uno se empezará a cansar y usar alternativas.

Facebook Messenger podrá tener integración con mil servicios, bots inteligentes, stickers y todas las funciones de Snapchat, pero si la experiencia básica de comunicarte con tus amigos va a seguir el mismo camino de monstruosidad que se vislumbra, de nada servirá.



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