Los árbitros de fútbol no son personajes especialmente queridos, y a menudo su papel es ingrato: tener que tomar decisiones en una fracción de segundo es a menudo muy complejo, pero pronto tendrán una ayuda importante: la del VAR, o Video Assitant Referee, la tecnología que debutará (por fin) en el mundial de 2018 que se celebra en Rusia.
Esta tecnología permitirá que por primera vez se haga uso de repeticiones instantáneas para corregir o modificar errores arbitrales. El árbitro tendrá detrás a un equipo de asistentes arbitrales que con una serie de cámaras de video podrán analizar la jugada dudosa para llegar a una decisión final.
El debut del asistente de video, en el mundial de 2018 en Rusia
Esta tecnología ya se utilizaba desde hace tiempo en deportes como el fútbol americano, pero su introducción oficial en el fútbol se producirá el año que viene tras algunas pruebas preliminares. Ya se realizó un videoarbitraje en la copa mundial de clubes de FIFA 2016 en el partido entre el Kashima Antlers y el Atlético Nacional.
Fue en ese partido en el que se señaló un penalti al equipo japonés gracias a esta tecnología, pero se tardaron 2 minutos en tomar la decisión, un tiempo que ahora tendrá que ser reducido a un minuto para evitar interrupciones excesivas en el juego.
La tecnología ha seguido en pruebas en otros partidos desde entonces, y de hecho se utilizó también en el partido España-Francia de hace pocas semanas, donde de hecho se anuló un gol al jugador francés Griezmann y se concedió otro a Deulofeu gracias a la revisión de las repeticiones de esos goles.
El videoarbitraje está generando opiniones de todos los gustos: algunos creen que puede romper el ritmo del juego justo y puede generar dudas, mientras que otros muchos creen que esto evitará muchos errores arbitrales y hará que los resultados de los partidos sean mucho más independientes de las decisiones arbitrales.
Cuatro escenarios de uso
Los futbolistas que son además artistas del engaño lo tendrán más difícil en el terreno de juego, pero en realidad la FIFA ha limitado el uso de este asistente de video a cuatro acciones:
Goles: una vez concedido el gol se podrá analizar si ha habido alguna infracción previa que haga que el gol deba ser anulado (fueras de juego no detectados, por ejemplo).
Penaltis: uno de los elementos clave del uso de esta tecnología permitirá aclarar si efectivamente un penalti debe ser o no señalado.
Tarjetas rojas: las faltas más graves que son sancionadas con tarjetas rojas también podrán ser analizadas con esta repetición instantánea para comprobar la gravedad de las faltas.
Confusión de identidad: en este caso la idea es evitar confusiones y poder sancionar al jugador que haya incumplido el reglamento de forma adecuada, y no sancionar a aquel que no haya intervenido en la jugada.
Las fases finales de los Mundiales de fútbol suelen servir para la introducción de nuevos reglamentos y tecnologías al terreno de juego, así que será interesante ver si efectivamente las repeticiones instantáneas favorecen o no al deporte rey.
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