El pasado mes de octubre Volkswagen soltaba un bombazo: iba a implicarse de manera oficial en la Pikes Peak International Hill Climb con un prototipo totalmente eléctrico dispuesto a conquistar la carretera hacia las nubes. Falta relativamente poco para una de las citas deportivas más importantes del año y la marca alemana ya ha colocado a su coche un paso más cerca de la realidad.
Se llama Volkswagen I.D. R Pikes Peak y es una bestia que debutará el próximo 24 de junio en la montaña de Colorado. Su pinta es brutal y si todo va bien conseguirá convertirse en uno de los coches de subidas más rápidos del planeta.
Tracción integral y una aerodinámica temible
Ahora el concepto I.D. eléctrico ha unido sus fuerzas con R GmbH y Volkswagen Motorsport para desarrollar una bestia de aspecto temible y tracción a las cuatro ruedas. Por fuera impone una aerodinámica muy loca, digna de los mejores prototipos de Pikes Peak, a medio camino entre monoplaza y LMP1.
Los planes de Volkswagen pasan por ofrecer un total de 20 vehículos 100% eléctricos en 2025 y la investigación en competición forma uno de los pilares fundamentales sobre los que apuntalar su proyecto de investigación en motores, baterías y gestión electrónica de la energía.
Frank Welsch (directivo de Volkswagen) se ha mostrado encantado con el anuncio del I.D. R Pikes Peak, puesto que según sus propias palabras la competición representa el horizonte de la electromovilidad: "Competir en la carrera de montaña más famosa del mundo es más que algo simbólico, es la validación de nuestros proyectos eléctricos".
Además la marca va un paso más allá y mientras ha abandonado otros proyectos de competición ligados a los motores térmicos tras el escándalo del Dieselgate, las carreras de eléctricos suponen la unión de la movilidad limpia con el lado más emocional y deportivo de unos coches tradicionalmente tachados de aburridos.
Por el momento Volkswagen no ha revelado detalles técnicos de su I.D. R Pikes Peak, pero Sven Smeets (director de Volkswagen Motorsport) apunta muy alto asegurando que es un proyecto realmente emocionante y que la motivación está por las nubes. El experimentado piloto Romain Dumas será el encargado de poner en pista el coche.
El récord actualmente para un vehículo eléctrico lo ostenta desde 2016 Rhys Millen con un registro de 8:57.118 a bordo del e0 PP100. El reto de Volkswagen será acercarse (o superar) esa marca en su primer intento dentro de la categoría de eléctricos enfrentándose ante un tramo de 19,99 kilómetros con 1.500 metros de desnivel y 156 curvas.
Pero no es la primera vez que Volkswagen corre en Pikes Peak. La última vez que la firma alemana pisó el PPIHC fue en 1987 con un Volkswagen Golf equipado con dos motores (uno delante y otro detrás), tracción total y una potencia de 652 CV.
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