Es difícil no coincidir a la hora de alabar la envidiable organización de los gremios que componen la industria cinematográfica norteamericana. De entre todos ellos, suele destacar por su combatividad y su fuerza mediática el de los guionistas, cuyo sindicato, el WGA, puso contra las cuerdas a la maquinaria hollywoodense hace nueve años con su última huelga, tras la que consiguió un acuerdo con la agrupación de productores —AMPTP— que tocó a su fin ayer, día 1 de mayo.
La caducidad del nuevo contrato condujo, como ya les informamos, a una nueva ronda de negociaciones con la consiguiente amenaza de cese de actividad, apoyado mediante votación por el 96% de los miembros del sindicato de guionistas. Finalmente, y después de una intensa semana, escritores y productores han alcanzado un convenio que ha conducido a la cancelación de una huelga inminente.
Este acuerdo, y los beneficios que obtendrá el gremio a raíz del mismo, queda recogido en un memorándum que la WGA ha enviado a sus miembros y que arranca con la esperanzadora frase: “Su comité de negociación se complace de informar que hemos alcanzado una tentativa de acuerdo con la AMPTP que podemos recomendar para ratificación.”
En los posteriores párrafos del documento, se enumeran las nuevas ventajas adquiridas por el sindicato, entre las que se encuentra el ansiado aumento del pago mínimo en todas las áreas, así como mejoras en los planes de salud y seguros médicos, ampliando los mismos en opciones y exclusividad.
Otro de los éxitos derivados del pacto radica en el sistema de pagos relacionado con series televisivas de formato corto. A partir de ahora, la escritura de cada episodio contará con una base fija de 2.4 semanas de trabajo; superado este tiempo, se requerirá un pago extraordinario anteriormente inexistente.
Además, han elevado un 15% los cobros residuales referentes a televisiones de pago, unos 15 millones de dólares en cuanto a reposiciones de alto presupuesto en plataformas SVOD y, por primera vez, los escritores de comedia se beneficiarán de susodichos cobros residuales por emisiones en televisión de pago.
Después de mencionar que, también por primera vez, contarán con permisos de paternidad, maternidad y adopción —o Parental Leave—, el memorándum de la WGA finaliza sentenciando:
“¿Hemos conseguido todo lo que queríamos? No. ¿Todo lo que merecemos? De ninguna manera. Pero gracias a haber contado con el respaldo casi unánime de usted y sus colegas escritores, hemos sido capaces de alcanzar un acuerdo que dará a los miembros de este gremio 130 millones de dólares más, mientras dure el contrato, de lo que esperábamos que se aceptara.”
Este cese positivo de las negociaciones ha evitado que cerca de 13.000 miembros de la WGA cesaran su actividad paralizando de nuevo una industria que quedaría fuertemente dañada como ya se demostró en 2007. Una industria que necesita dar todo el reconocimiento y mimo a un colectivo que, pese a crear magia usando únicamente letras y un folio en blanco, aún sigue denostado y oculto en una sombra bajo la que nunca debió estar.
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