Cuando hablamos de lo difícil que es estar en silencio absoluto en este planeta hicimos referencia a los sonidos que suelen rodearnos y de los que nosotros mismos producimos. Pero obviamos otro que trae de cabeza a la comunidad científica porque se desconoce su origen: el zumbido de la Tierra.
Un sonido que ahora se ha conseguido detectar además en el océano, concretamente en el fondo oceánico de la India. Otra oportunidad para seguir estudiándolo y averiguando qué lo causa, porque hasta la fecha son todo teorías y sigue suponiendo un reto para la comunidad científica.
La Tierra "nos canta" también desde el fondo del mal
Hasta ahora el sonido se había conseguido grabar en la Antártida y en Argelia, como recuerdan en el Washington Post. Pero el equipo de investigadores liderado por Martha Deen (geofísica en el Instituto de Física Terrestre de París) logró captarlo con los sismógrafos del fondo de océano, como publicaron en el American Geophysical Union's journal.
Los científicos estuvieron recopilando datos de los 57 instrumentos que se hallan en el océano Índico en la isla La Réunion (al este de Madagascar) entre 2012 y 2013, filtrando la información que no les interesaba (y para lo que están colocados los sismógrafos) como corrientes, ondas y otros sonidos relacionados con el estudio de volcanes. Es decir, se quitaron el "ruido" de encima recurriendo a filtros y cálculos.
Tras este tamizado auditivo lo que les quedó era el famoso zumbido, que según detallan tiene una frecuencia que oscila entre los 2,9 y los 4,5 milihercios, logrando acotar un poco más el rango de frecuencias que otros estudios previos. Es decir, se trata de infrasonidos (aquellos que quedan por debajo de los 20 milihercios, donde empieza el espectro audible para el ser humano).
Y si no aún no se sabe la causa... ¿Por qué este hallazgo importa?
Cierto, por el momento lo único que se ha hecho es ir diferenciando y caracterizando esta especie de murmullo terrestre, por ejemplo separándolo de las ondas sísmicas como en el trabajo de los investigadores de las universidades de California y Santa Bárbara (ya en 2001). En 2008, el sismólogo de la Universidad de Columbia Spahr C. Webb apuntaba ya a las corrientes oceánicas, concretamente a la interacción con la ondas de infragravedad, descartando la influencia de las turbulencias atmosféricas.
En 2015 se consideró que el choque de las ondas oceánicas profundas podía causar ondas sísmicas de alta frecuencia, las cuales ocasionarían una presión que daría lugar al zumbido. Aunque a esto llegaron usando modelos computacionales, como explicaron en Live Science.
Así, haberlo detectado también en el fondo oceánico añade una ubicación más de este zumbido, una importante teniendo en cuenta que tres cuartos de la superficie corresponden a océano. Sonido cuyo valor científico está en que puede suponer una nueva ventana al entendimiento de la estructura de nuestro planeta, algo que podría desembocar en una mejora de los mapas que se tienen del interior de la Tierra.
Publicado
bajo licencia Creative Commons.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario