jueves, 1 de marzo de 2018

INTEL


Llevamos varios días hablando de Intel, de los problemas que le están dando dos nombres propios: Spectre y Meltdown. Y es que ya hemos hablado de cómo la empresa quiere acabar con esta amenaza (que quizás es más grave de lo que parece) por un lado aumentando las recompensas y por otro lanzando actualizaciones, con una última actualización que sí que parece ha dado en el clavo sin provocar daños colaterales.

Y siguiendo con las noticias relativas a la actividad en la empresa, ahora Intel anuncia que ha comenzado a implementar las últimas soluciones en lo que a seguridad se refiere en sus procesadores basados en las arquitecturas Haswell y Broadwell, que por otro lado son los más usados en servidores Intel Xeon.

Si recordamos, hace unos días la empresa actualizaba el microcódigo para los procesadores Intel Kaby Lake y Coffee Lake de séptima y octava generación respectivamente. Una actualización que finalmente acababa con los problemas inesperados que ya había sufrido algunos usuarios con los updates lanzados con anterioridad.

Y ahora toca el turno de las arquitecturas Haswell y Broadwell, de forma que con esta actualización se busca que estén protegidos frente a Spectre y sin que ello suponga que presenten algún fallo de funcionamiento añadido.

Poco a poco Intel va actualizando sus productos (y es que tiene trabajo por hacer) y ahora los siguientes en la lista serán los procesadores Sandy Bridge e Ivy Bridge, arquitecturas que aunque aún siguen siendo vulnerables, ya tienen en camino una actualización para protegerlos frente a Spectre.

Todas estas actualizaciones son y serán lanzadas pero no al público, sino que serán liberadas a los fabricantes, a los socios y partners con los que trabajan para que sean estos los últimos responsables de lanzar los parches para actualizar a los equipos afectados.



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