Aunque se dice que un bebé que nace en la semana 37 ya es un bebé a término, la ciencia lleva años demostrando que, a menos que el parto suceda de manera espontánea, es mejor para el bebé nacer más tarde, lo más cerca posible de la semana 40, que es cuando más o menos nacen en realidad los bebés.
Es por eso que se ha iniciado una campaña informativa en algunos países, con el fin de promover que en caso de que el parto sea programado, se haga, si es posible, más allá de las 39 semanas de gestación.
Mujeres que eligen la fecha de su parto
En la sanidad pública española no se puede escoger el día en que vas a dar a luz, porque eso supondría una inducción y las inducciones no están aconsejadas por el riesgo de que el parto se instrumentalice demasiado y acabe con el uso de ventosa, fórceps o cesárea.
Es decir, las inducciones se hacen sólo si se considera que es mejor no esperar. De lo contrario, lo más recomendable en muchos aspectos es que el bebé nazca el día en que la mujer se ponga de parto, porque será el día en el que ya esté maduro y preparado para nacer (de hecho, si un parto tiene que acabar en cesárea, se aconseja esperar a que se inicien las contracciones, si es posible, por el mismo motivo).
Sin embargo, en muchos países, o en algunos centros privados de España, poder elegir el día en el que vas a tener a tu bebé sí es una posibilidad, hasta el punto que se considera un derecho: el derecho a decidir qué día quieres que nazca tu bebé, por encima de la fecha en que tu cuerpo y tu bebé dicen que ya es el momento.
Es por ello que, ante muchos casos de bebés nacidos en las semanas 37 y 38 (a algunos aún les faltarían 3-4 semanas), se está intentando informar de que lo ideal es lo comentado: mínimo 39 semanas de gestación, a menos que haya una razón de peso para hacerlo antes.
¿Tanta es la diferencia?
Pues sí. Según leemos en un documento del American Congress of Obstetritians and Gynecologists (ACOG), en las últimas cuatro semanas de gestación el desarrollo del bebé es considerable.
Tan considerable como que en ese plazo de tiempo el cerebro del bebé pesa un tercio más, y los pulmones e hígado están más desarrollados. Además, crecen las capas de grasa bajo la piel del bebé, que le ayudarán a mantener mejor la temperatura tras el nacimiento.
Un estudio realizado con más de 13.000 mujeres ha evaluado las diferencias a la práctica, y han visto que los bebés nacidos en la semana 37 tienen el doble de probabilidades de tener complicaciones que los nacidos tras 39 semanas de gestación.
Así, se ha concluido que los bebés que nacen antes de la semana 39 tienen más riesgo de:
Problemas respiratorios por no haberse desarrollado del todo sus pulmones.
Problemas de temperatura, por nacer con menos grasa bajo la piel.
Dificultades para alimentarse, al nacer algo más inmaduros y con menor capacidad de mantenerse despiertos para comer bien.
Sufrir ictericia, que es un exceso de bilirrubina en la sangre, al no filtrar el hígado dicho compuesto de manera eficiente.
Tener problemas de aprendizaje y conducta en la infancia.
Riesgos asociados
Además, la inducción y la cesárea son dos prácticas que conllevan riesgos añadidos que deberían sopesarse. Si se decide llevar a cabo por cuestiones médicas está claro que es mejor parir así que esperar, y entonces se asumen los riesgos porque son menores que no actuar.
Sin embargo, si la decisión de adelantar un parto o hacer cesárea no viene por motivos médicos, entonces sí se considera que lo mejor es no hacerlo, precisamente para evitar los siguientes riesgos:
Un parto inducido conlleva más riesgo de infección, de ruptura uterina y hemorragia (es un sangrado muy peligroso) y de cesárea.
Una cesárea es una cirugía mayor, y va asociada a un mayor riesgo de infección, de hemorragia, de problemas asociados con la anestesia, así como de un mayor tiempo de recuperación. Además, supone un aumento de riesgos en caso de querer tener más hijos.
En resumidas cuentas, de igual modo que una manzana no cae del árbol hasta que llega el momento oportuno, un bebé no da la señal de que está listo para nacer hasta el momento en el que de verdad lo está. Ese día se desencadena el parto y comienzan las contracciones, siendo el día en que los riesgos comentados son menores.
Así, en caso de que en tu país te permitan escoger el día en que va a nacer tu bebé, ten en cuenta lo comentado: lo ideal es dejar que el bebé nazca el día en que te pongas de parto; y si vas a escoger la fecha, que al menos se haya gestado durante 39 semanas.
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