Apenas con una masa ligeramente superior a la de un escarbadientes y funcionando gracias a un rayo láser, RoboFly, desarrollado por ingenieros de la Universidad de Washington es el primer insecto robótico volador inalámbrico.
Estos robots vuelan moviendo alas diminutas porque son demasiado pequeñas para usar hélices. Utilizan para ello un pequeño circuito a bordo que convierte la energía del láser en suficiente electricidad para operar sus alas.
RoboFly
La energía también se transmitía a través de estos cables. Una vez quitado, lo que se usa es un estrecho rayo láser invisible para alimentar el robot. Para lograrlo, los investigadores apuntaron el rayo láser a una célula fotovoltaica, que está conectada por encima de RoboFly y convierte la luz láser en electricidad. Por su parte, el microcontrolador actúa como el cerebro de una verdadera mosca que le dice a los músculos del ala cuándo activarse (envía voltaje en ondas para imitar el aleteo de las alas de un insecto real).
Segñun explica el coautor Sawyer Fuller, profesor asistente en el Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Washington:
Antes, el concepto de los robots voladores del tamaño de un insecto inalámbrico era ciencia ficción. ¿Alguna vez podríamos hacer que funcionen sin necesidad de un cable? Nuestro nuevo RoboFly inalámbrico muestra que están mucho más cerca de la vida real.
El equipo presentará sus hallazgos el 23 de mayo en la Conferencia Internacional sobre Robótica y Automatización en Brisbane, Australia.
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