¿Cuántos botones tiene tu volante? Seguro que tiene en la parte frontal pero si es automático puede que tenga levas para el cambio de marchas o incluso acciones para controlar la radio y el control de velocidad. Los diseñadores de interiores siempre se encuentran con el mismo problema cuando quieren diseñar un coche moderno: el volante. Todos tienen esos horribles botones llenos de luces y palancas heredadas de los coches de hace 50 años. Pero la tecnología aspira también a cambiar esto.
Continental ha presentado una tecnología para evitar que el conductor mueva las manos del volante para buscar una palanca y puedan provocar una situación de peligro o no reaccionar a tiempo cuando se produzca una. Los coches que se están anunciando estos años cuentan con sistemas muy complejos para el control del cuadro de instrumentos, que ahora incluye el control de la radio, notificaciones, el navegador, los avisos del sistema... Son muchas acciones para poco botón por lo que en ocasiones hay que navegar mucho por los menús para encontrar lo que uno necesita. Esto a 120 km/h puede suponer dejar de prestar atención durante unos segundos a la carretera.
El prototipo de Continental traslada una gran parte de los controles hacia dos paneles de plástico transparentes situados tras el volante que se operan usando los pulgares al más puro estilo touchpad gracias a una superficie táctil. Eso sí, los paneles no tienen ningún tipo de componente electrónico.
Estas son algunas de las acciones que pueden realizarse:
Para moverse en los menús solo hay que deslizar el dedo hacia arriba o hacia abajo.
Para seleccionar los submenús de una aplicación o para encontrar tu canción favorita hay que deslizar el dedo horizontalmente.
Con este movimiento se puede aceptar una llamada entrante y también es posible rechazarla.
Con una pulsación doble del pulgar la música comienza a reproducirse.
Un sensor detecta el movimiento de la mano y lo convierte en acciones por lo que el conductor puede navegar por los menús como si se tratase de la pantalla de su smartphone, algo mucho más intuitivo que las clásicas flechas y botones de confirmación. Este sensor lo compone una cámara 3D con un sensor de imagen integrado que convierte la señal de infrarrojos detectada por el sensor en una imagen 3D. Los responsables aseguran que los gestos del conductor se detectan con una precisión milimétrica.
Los sistemas de control basados en gestos no son una tecnología nueva pero prometen revolucionar por completo la interacción entre coche y conductor y deben hacerlo rápido porque en pocos años llegarán los coches autónomos y este tipo de sistemas no serán necesarios.
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