martes, 1 de mayo de 2018

VOLVO


La marca sueca Volvo sigue mirando al futuro inmediato en clave eléctrica: los coches eléctricos, o con al menos algún tipo de electrificación, representan la piedra angular de la hoja de ruta del fabricante escandinavo ahora propiedad de la china Geely. Así lo demuestra su última declaración de intenciones: Volvo prevé que, en 2025, la mitad de los automóviles que comercialice en todo el mundo, serán eléctricos.

Desde hace unos años, Volvo viene marcando su futuro con la electrificación como protagonista en detrimento de los motores de combustión. Si bien la marca nos confirmaba no hace mucho que el futuro de los motores convencionales vendría marcado por la oferta y la demanda, la realidad es que la firma escandinava lleva tiempo anunciando planes que pasan por la revolución eléctrica.

No en vano, hace menos de un año ya adelantaba que, a partir de 2019, todos sus nuevos modelos equiparían algún tipo de electrificación, con los sistemas mild-hybrid como la mejor de las medicinas para cumplir este ambicioso objetivo. Ahora da otro paso al frente asegurando que el 50% de los coches que Volvo comercialice en 2025, serán eléctricos.

China, ese nuevo y gran aliado


Volvo ha aprovechado el Salón de Pekín 2018 para hacer anuncio de esta nueva meta. Y lo cierto es que la firma ha sido consecuente con los modelos escogidos para su stand de la muestra asiática: por primera vez en su historia sólo ha mostrado modelos híbridos enchufables, lo que incluye la variante Plug-in Hybrid del recién llegado Volvo XC40, la cual se espera haga su desembarco en Europa más pronto que tarde.

No obstante, el ambicioso objetivo de Volvo tiene un potente aliado: el mercado chino, aka el nuevo oasis que han encontrado los fabricantes automovilísticos. La marca sueca no es ajena a esta tendencia: China es, hoy por hoy, su principal mercado. En el primer trimestre de 2018, ha registrado un incremento de sus ventas en la República Popular del 23,3% y, en 2017, superó las 100.000 unidades comercializadas en el país asiático.


Pero es que además, China también está a la cabeza en lo que a la comercialización de coches eléctricos se refiere y la tendencia está lejos de parar: el Gobierno chino prevé que precisamente en 2025, el 20% de los coches comercializados en el país se muevan gracias a mecánicas alternativas, lo que se traduce en un volumen aproximado de siete millones de automóviles.

Es por ello que los planes de Volvo incluyen China y coches eléctricos en la ecuación. Así lo demuestran las palabras de Håkan Samuelsson, presidente y consejero delegado de Volvo Cars, en el Salón de Pekín: "El año pasado nos comprometimos con la electrificación como preparación de la era siguiente a la del motor de combustión interna. Hoy anunciamos nuestra intención de reforzar y ampliar este compromiso en el mayor mercado del mundo de vehículos eléctricos. El futuro eléctrico de China es el futuro eléctrico de Volvo Cars".

Pero, ¿coches eléctricos puros o hay truco?


Como ha ocurrido en otras ocasiones, hay que leer entre líneas en las palabras de Samuelsson. Volvo asegura que la mitad de los coches que comercialice en siete años serán eléctricos, pero entendemos que no está hablando de automóviles 100% eléctricos, sino que incorporen alguna forma de tecnología eléctrica en sus mecánicas. Entre otras cosas porque la marca no tiene por el momento en el mercado ningún automóvil completamente electrificado.

Esto se traduce en una gama formada por nuevas mecánicas mild-hybrid de 48V, lo que se conoce como híbridación suave, en la que tampoco faltarán híbridos encufables y, por supuesto, coches eléctricos. Es más, el primer Volvo completamente electrificado ya tiene prevista su fecha de llegada: 2019.

Desarrollado sobre la nueva plataforma modular MEP, este Volvo de cero emisiones posiblemente se basará en el Volvo Concept 40. La MEP de Volvo servirá de matriz para la familia cien por cien eléctrica de la marca, estando diseñada para albergar baterías de hasta 100 kWh de capacidad y motores con potencias que ronden los 100 y los 450 kW. La autonomía de este primer Volvo eléctrico según la marca será de 500 kilómetros. Buen punto de partida para ese futuro verde en el horizonte.



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