No es una noticia que nos pille de sorpresa, hace un par de años les enseñamos el proyecto de la gente de Harley-Davidson, y nos sorprendió ver que tenían mucho interés en crear un vehículo eléctrico, conservando algo de la imagen de la marca, pero obviamente, poca esencia en lo que respecta a la propulsión de la moto.
Estas vehículos americanos son todo un ícono mundial en el mundo de las dos ruedas, y aunque hemos visto jugar a la compañía con desarrollos menos clásicos, como la V-Rod creada junto a Porsche, muchos ven en las baterías todo un sacrilegio.
Al margen de esto, el concepto gustó en las demostraciones reales que estuvieron haciendo por su país natal, y a raíz de ahí se pensó en que habría futuro por ese camino: hoy podemos decir que es tan cierto como que quieren tener un modelo así en el catálogo.
Otra cosa es cuándo será una realidad, en Harley-Davidson abren una ventana de cinco años para que ocurra. El modelo eléctrico resultante no es obligatorio que sea un derivado del proyecto que tienen en imágenes, pero que habrá uno es algo que confirman desde la firma de Milwaukee.
Harley no estaba tonteando cuando presentó el Project LiveWire, era toda una declaración de intenciones, no sabemos si para postular por ser el Tesla de las motos, pero sí para decir que había que adaptarse al futuro, como terminarán haciendo todos los fabricantes que viven del petróleo. Tienen que adaptarse a lo que va a demandar el nuevo comprador, un cliente más joven que valora la tecnología y el respeto por el medioambiente.
Esperando a las baterías ideales
Por las declaraciones entendemos que ellos están completamente involucrados en la introducción en el catálogo de alternativas a la gasolina, y lo efectuarían antes, pero son cambios que requieren de tres a cinco años de trabajo, lo que nos coloca al principio de la nueva década.
Uno de los puntos más sensibles a mejorar es la batería, esperan que en este tiempo se llegue a nuevos niveles de rendimiento con ellas. En un vehículo relativamente más pequeño que un coche, en el que el peso es más importante, la calidad y eficiencia de las baterías cobran un valor mayor, si cabe.
Como curiosidad comentar que los prototipos de LiveWire que han estado moviendo por Estados Unidos tenían una autonomía de 96 kilómetros, en las mejores condiciones. Eso es mucho menos que una Harley normal - en torno a 250 kilómetros -, que además suena y huele como una Harley. Hay mucho debate en todo esto, pero eso no me impide aplaudir a una marca que quiere mejorar y adaptarse al futuro, con mucho más que perder que sus rivales japoneses y europeos.
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