Escándalo racista en Starbucks: dos hombres negros entran a una cafetería, van directamente a sentarse en una mesa y cuando llega el camarero le dicen que están esperando a un tercer amigo antes de pedir sus consumiciones. La encargada llama a la policía y ésta arresta a los jóvenes, que los expulsa del local por denuncia de invasión de una propiedad privada mientras el resto de clientes insiste en que no han hecho nada malo.
Una escena que se hace viral: el video, con la policía de Filadelfia esposando a dos chicos negros en actitud pasiva y mansa mientras el resto de la clientela clama al cielo por ese atropello a las libertades civiles, se ha movido durante todo el fin de semana. Pueden leer miles de mensajes con el hashtag #BoycottStarbucks.
La cadena no necesita más polémicas: aunque a lo largo de los años (o precisamente por ello) han construido una imagen corporativa progresista, la compañía de Seattle ya se ha topado con otras muchas crisis anteriormente, como las acusaciones de quedarse las propinas de sus baristas, la fallida campaña #racetogether o la aparición de moléculas fecales en su hielo (algo que se demostró que era falso), entre muchas otras. La encargada que llamó a la policía ya ha sido despedida, por supuesto, pero la dimensión del asunto hace que la medida no parezca suficiente.
Más leña al BlackLivesMatter: como se ha recordado estos días, aunque la población negra sólo representa el 13% de la población del país acumulan el 44% de los arrestos y detenciones. Otra teoría interesante acerca de este incidente es que la cafetería estaba localizada en un barrio eminentemente blanco, razón por la que la presencia de dos varones afroamericanos podía despertar sentimientos inconscientes de temor racista.
Solución, echar el cierre: la cadena anuncia que cerrará sus 8.000 establecimientos en Estados Unidos durante la tarde del 29 de mayo para que sus 175.000 trabajadores sean sometidos a un curso para combatir las prácticas racistas, tanto a la hora de atender a los clientes como en los procesos de selección de personal.
Más leña al BlackLivesMatter: como se ha recordado estos días, aunque la población negra sólo representa el 13% de la población del país acumulan el 44% de los arrestos y detenciones. Otra teoría interesante acerca de este incidente es que la cafetería estaba localizada en un barrio eminentemente blanco, razón por la que la presencia de dos varones afroamericanos podía despertar sentimientos inconscientes de temor racista.
Solución, echar el cierre: la cadena anuncia que cerrará sus 8.000 establecimientos en Estados Unidos durante la tarde del 29 de mayo para que sus 175.000 trabajadores sean sometidos a un curso para combatir las prácticas racistas, tanto a la hora de atender a los clientes como en los procesos de selección de personal.
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