LAS MEDULAS

Las Médulas (Castilla y León) es un lugar mágico y que nos recuerda vagamente a el 'Gran Cañón'. Las Médulas están situadas en El Bierzo, al noroeste de los Montes Aquilanos y al lado del Valle del río Sil. Se trata de un impresionante paisaje formado como resultado de las explotaciones auríferas romanas. Las Médulas son Patrimonio de la Humanidad desde el año 1997.

Las Médulas

Doneando por Las Medulas, León from WhiteClouds: Aerial Foto & Film on Vimeo.

Las Médulas están consideradas la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano. El trabajo de ingeniería que se realizó para extraer el oro de la mina alteró de manera significativa el medio ambiente de la zona, dando como resultado un paisaje anómalo de arenas rojizas cubiertas de castaños y robles.

También se produjeron grandes movimientos de tierra y que conformaron llanuras artificiales que sirven como vías de acceso a otras zonas como el Lago Carucedo, que formó a su vez el taponamiento de un valle con los residuos de la mina, y considerado humedal protegido.

El entorno de las Médulas fue declarado "Bien de Interés Cultural" (1996) debido a su interés arqueológico. Las Médulas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en el año 1997. Desde Castilla y León Patrimonio de la Humanidad nos cuentan la siguiente anécdota:

Como anécdota destacar el hecho de que la delegación de Tailandia se opuso a la decisión de nombrar “Las Médulas” patrimonio de la humanidad al considerar que el paraje era el resultado de la actividad destructora del ser humano y suponía un perjuicio para la causa de la protección medioambiental. Alemania y Finlandia estuvieron de acuerdo con esta opinión.

Historia de Las Médulas

Las Médulas fueron en su origen una exploración romana de oro a cielo abierto. Los pueblos indígenas prerromanos ya habían explotado el yacimiento. Se calcula que se empezó a trabajar en la zona en la época del emperador Octavio Augusto entre los años 26 y 19 a.C.

Plinio el Viejo fue en su juventud el administrador de las minas y aseguraba que se extraían al año cerca de 20.000 libras de oro, aproximadamente 1.635.000 kilos. En las minas trabajaron, según Plinio, más de 60.000 obreros, pero los últimos estudios aseguran que serían entre 10.000 o 20.000 hombres.

El origen del nombre de "Las Médulas" no está nada claro, aunque los expertos piensan que ése es el nombre que se le daba a los amontonamientos de paja, algo muy común en la zona. Otros creen que el nombre está relacionada con el latín metalla, metales. Mientras que otros expertos opinan que el nombre proviene del Mons Medulius (Monte Medulio).

Qué ver en Las Médulas

Disfrutar del increíble paisaje de Las Médulas es más que suficiente, pero hay diferentes puntos clave que debes visitar. Empieza con una visita al Aula Arqueológica, allí se explica cómo funcionó la extracción de oro como las obras de ingeniería para la canalización del agua y cómo cambio el paisaje y la vida de los pueblos cercanos.

Para completar Las Médulas en todo su esplendor debes hacerlo desde el Mirador de Orellán, lo debes visitar a primera hora de la mañana o al atardecer.

Además, el Centro de Recepción de Visitantes organiza rutas para que puedas conocer mejor la zona, aunque también es posible visitarla sin guías.

Senda Perimetral: es la ruta más larga y la más completa, por lo que exige un mayor esfuerzo. Esta senda ofrece una información muy completa de la minería romana del oro. También podrás comprender la importancia del agua en el proceso minero y cómo se han formado los humedales y los lagos de la zona.

Senda de las Valiñas: esta senda es la más popular y la más sencilla. Con ella podrás ver La fuente de la tía Viviana o las cuevas de La Cuevona y La Encantada. Se trata de un itinerario circular que empieza en el pueblo de “Las Médulas” y cuyo camino discurre por el interior de los sectores de explotación de la mina.

Senda del Lago Sumido: una senda sencilla y corta que llega hasta el lago y ofrece la posibilidad de llegar al Mirador de Chao de Maseiros. Durante todo el recorrido se ven diferentes lagos que se han ido formando gracias al drenaje natural del entorno.

Senda de los Conventos: puedes acceder a dicha senda desde la carretera o desde el pueblo de Orellán. Esta ruta te permite conocer las técnicas mineras romanas menos conocidas.

Ruta de los poblados: esta ruta permite entender el papel que tuvo la explotación minera en la integración de las estructuras sociales y territoriales locales en el Imperio romano.


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