ZTE acaba de recibir una buena reprimenda de Estados Unidos que podría tener consecuencias muy graves para la marca. El caso comenzó el año pasado, cuando la compañía admitió haber conspirado en la distribución de productos americanos en Irán, lo que supuso una violación de las sanciones impuestas contra el país.
Además de pagar una cuantiosa multa, ZTE se comprometió a disciplinar a un buen número de empleados, pero al parecer no ha cumplido con este punto, lo que ha provocado que Estados Unidos imponga una severa prohibición: ninguna compañía americana puede vender componentes a ZTE durante siete años.
Una dura prohibición que perjudica seriamente a ZTE
ZTE no ha cumplido la última parte del trato y no redujo los bonus de estos empleados como se comprometieron a hacer. Estados Unidos ya venía advirtiendo a ZTE de que habría consecuencias si no acataban sus órdenes, y esto es lo que ha ocurrido finalmente.
Según Wilbur Ross, Secretario de Comercio, "En lugar de castigarlos, ZTE los ha premiado. Este comportamiento ofensivo no puede ser ignorado". Pero todavía hay más, el Departamento de Comercio afirma que ZTE ha proporcionado información en la que "admiten haber hecho falsas afirmaciones (...) No podemos confiar en que lo que nos están diciendo sea verdadero y, en comercio internacional, la confianza es muy importante".
La respuesta de Estados Unidos a este hecho ha sido imponer una prohibición muy contundente: ninguna empresa americana podrá vender componentes a la compañía china durante un periodo de siete años. Esto incluye a Qualcomm, principal proveedor de procesadores para la línea móvil de la marca.
Se estima que en torno al 30% de componentes que usa ZTE tanto en su negocio de smartphones como el de telecomunicaciones proviene de empresas americanas. Según un abogado de ZTE, la prohibición es muy poco común y tendrá "consecuencias devastadoras para la compañía".
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