El movimiento #deleteFacebook que surgió en redes sociales tras el escándalo de Cambridge Analytica ha dejado muchos titulares y dos apariciones de Zuckerberg ante el senado y el congreso que pasarán a la historia no por lo que se dijo, sino por lo que no se dijo.
Tras el tumulto, vuelta a la rutina, parece. Los datos de consultoras como AppAnnie y el valor de las acciones en bolsa de la compañía demuestran que los seres humanos tenemos muy mala memoria. O somos muy buenos, porque perdonamos y olvidamos (casi) todo.
Dejar Facebook es como dejar de fumar
El robo masivo de datos que afectó a 87 millones de usuarios parecía poder marcar un punto de inflexión para una empresa que ya había tenido problemas con su tratamiento de la privacidad en el pasado.
La gráfica de descargas de la aplicación móvil de Facebook según la consultora AppAnnie dejaba claro ese fenómeno: puede que muchos usuarios y empresas —algunas muy famosas— hayan borrado sus cuentas, pero lo cierto es que el número de descargas ha vuelto a crecer para situarse en niveles similares a los que existían antes del escándalo.
No sólo eso: las acciones de Facebook han vuelto a recuperarse, sobre todo tras las citadas apariciones de Mark Zuckerberg ante el senado y el congreso de los Estados Unidos. De los 185 dólares que costaban justo antes de desvelarse el problema pasaron a valer 152 dólares en su punto más bajo, pero el valor ha recuperado terreno y en el momento de redactar esta noticia ronda los 165 dólares.
Será interesante comprobar cuál fue el efecto del escándalo en el número de usuarios cuando Facebook presente sus próximos resultados trimestrales, pero todo apunta a que las consecuencias para la compañía no han sido precisamente devastadoras. Y no lo han sido porque para según que cosas los seres humanos tenemos una memoria horrible.
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