Parece que este tipo de guisos solo pertenecen a los meses fríos, pero en mi casa nunca hemos dejado de tomarlos todo el año. A veces el cuerpo se cansa de ensaladas o platos fríos y un estofado como este sienta de maravilla, eso sí, mejor dejándolo reposar un poco fuera del fuego si estamos en verano.
Cortar la carne en trozos de un bocado retirando los posibles excesos de grasa. Añadir un golpe de pimienta recién molida y enharinar ligeramente, sacudiendo bien. Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén o cacerola y dorar la carne de ternera durante unos 5-8 minutos. Retirar.
Pelar las zanahorias y cortar en rodajas o medias lunas. Picar el diente de ajo y pelar las cebollitas. Añadirlas a la olla y cocinar unos 5 minutos hasta que empiecen a ablandarse. Reincorporar la carne, dar unas vueltas y cubrir con el vino tinto a fuego fuerte.
Añadir el tomate, el laurel, el tomillo y salpimentar ligeramente. Llevar a ebullición, tapar y dejar cocer a fuego lento durante 1 hora. Vigilar el nivel de líquido de vez en cuando, agregando caldo o agua si fuera necesario.
Con qué acompañar el estofado de ternera con cebollas y zanahorias
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