El Suzuki Jimny cambia lo justo para seguir siendo uno de esos coches que ofrecen exactamente lo que prometen, en este caso un 4x4 sencillo con muy buenas cualidades fuera del asfalto, de tamaño contenido y un precio previsiblemente ajustado.
Suzuki Jimny: Un todoterreno clásico reinterpretado
Las formas rectas pueblan la carrocería con un look muy años '70 que se complementa con los grupos ópticos delanteros redondos y recibe cierta inspiración de Mercedes-Benz Clase G o Jeep Wrangler modernizados. Por delante la parrilla alta con entradas de aire verticales es inconfundible, al igual que el paragolpes trasero bajo, la rueda de repuesto colgada del portón de apertura lateral y los marcados pasos de rueda.
Bajo toda su apariencia se oculta un chasis completamente nuevo de largueros y travesaños dotado de suspensión delantera y trasera con eje rígido como buen todoterreno que se precie. Por supuesto el sistema de transmisión contará con modo 4x4 desconectable y reductora.
El retrofuturismo se propaga al interior con un habitáculo sencillo pero moderno donde destaca un cuadro de mandos de doble esfera con pantalla digital en el centro y una gran pantalla táctil sobre el salpicadero para controlar el sistema de infoentretenimiento donde se incluirá conectividad completa con smartphone.
Esta cuarta generación del Suzuki Jimny (LJ/SJ de 1970, Samurai de 1981 y Jimny de 1998) llegará a finales de año y el producto terminado no deberá distanciarse mucho de lo que podemos ver sobre estas líneas.
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